Tarragona es una ciudad 30, desde ayer. Esto significa que por las principales vías urbanas, es obligatorio circular a una velocidad máxima de 30km/h.
Los tarraconenses vieron como la Guardia Urbana colocaba algunos radares móviles en las principales vías urbanas, para controlar que se cumpliera esta nueva normativa. Éstos se quejaban de que el primer día ya se multara a todo aquel que no lo cumpliera.
Además, apuntaban que en la mayoría de calles aún están las señales que especifican que se debe ir a 50km/h, y no a 30.
El Consejero de Territorio, Sostenibilidad y Seguridad y Medio Ambiente, Xavier Puig, ha explicado que estos radares están ahí para recontar velocidades estadísticamente, pero no motivarán ninguna sanción.
"El objetivo es una adaptación eficaz a la normativa, no recaudar dinero. El éxito será conseguir una ciudad más segura y amable para todos", ha asegurado el consejero.