La presencia de anzuelos abandonados en las playas por parte de pescadores irresponsables se está convirtiendo en un auténtico problema para los propietarios de perros que los sacan a pasear por la arena. Este pequeño objeto que los humanos difícilmente podemos distinguir en medio de la playa, los animales lo pueden encontrar con facilidad y tragárselo, especialmente cuando aún queda un trozo de cebo desprendiendo olor.
El último caso ha tenido lugar este domingo en la Playa Larga de Tarragona, cuando un perro ha encontrado un anzuelo con restos de una gamba en la arena y se lo ha tragado. Rápidamente su propietario lo ha llevado a una clínica veterinaria, donde le han hecho una endoscopia para extraerlo. Afortunadamente su caso ha salido bien, pero muchas veces los animales tienen que ser operados de urgencia o, incluso, llegan a morir a causa de las graves heridas que el anzuelo les provoca en órganos vitales.
Desgraciadamente, es bastante común que las clínicas veterinarias tengan que atender casos de perros que se han tragado un anzuelo cuando paseaban por la playa. Estos casos son más abundantes sobre todo en invierno, cuando las máquinas de limpieza no salen, los anzuelos quedan abandonados y está permitido sacar a pasear a las mascotas por la arena.
¿Qué hacer si tu perro se ha tragado un anzuelo?
Si cuando sacáis a pasear a vuestro perro por la playa veis que se está comiendo un hilo de pescar, es probable que se haya tragado un anzuelo. En caso de que el hilo de pescar quede colgando por el lateral de la boca, no se debe tirar nunca de él. Lo que hay que hacer es llevarlo urgentemente al veterinario, aguantando el hilo con suavidad para que no se lo acabe de tragar e intentando que el animal camine poco para evitar que el anzuelo se mueva. A veces, el hilo de pescar no tenía ningún anzuelo, pero es igualmente peligroso, ya que puede provocar lesiones graves en el estómago o en los intestinos del animal.
