Los servicios sociales de Tarragona están detectando nuevos perfiles vulnerables a raíz de la crisis de la covid-19. Se trata de personas que nunca habían necesitado el apoyo de la administración para salir adelante y que ahora se han quedado sin recursos, ya sea porque han perdido el trabajo o porque no pueden empezar a trabajar en la temporada turística. La consejera de Servicios Sociales, Carla Aguilar, ha indicado a la ACN que también han notado un repunte de casos en los colectivos con los que trabajan habitualmente y también personas que han vuelto a una situación de precariedad de la que habían podido salir. El consistorio ha activado 641 tarjetas monedero y 105.000 euros para cubrir necesidades básicas. Una partida que se incrementará "tanto como sea necesario".
Aguilar reconoce que "hay que ser muy sensibles con la detección de nuevas situaciones" de personas que requieren la ayuda de los servicios sociales. Para detectar los casos, desde el Instituto Municipal de Servicios Sociales de Tarragona (IMSST) están en contacto con las entidades del tercer sector que dan comida y alojamiento. "Hemos detectado un incremento de necesidades a partir de los ERTE, que ha hecho que se paren muchas cosas y mucha gente quede sin ingresos", apunta. Aguilar considera que "esta nueva casuística es difícil de prever hacia dónde irá", pero cree que dependerá mucho del tiempo que dure el estado de alarma y la reactivación de la economía. Para atender las necesidades básicas de estas personas, desde el IMSST se han activado 641 tarjetas monedero, que les permiten ir a comprar a los comercios de proximidad. "Hemos visto que funcionan muy bien porque dan autonomía y además descargan los comedores sociales", concreta Aguilar. Aparte, se ha impulsado una partida de 105.000 euros para ayudas de urgencia, como productos farmacéuticos, prótesis u otros aspectos. "Es para todo aquello que se pueda arreglar con una ayuda económica puntual", detalla. En este abanico también podrían entrar pagos puntuales de alquileres, por ejemplo, para personas que estén esperando el final del estado de alarma para reincorporarse a su puesto de trabajo pero que actualmente no tienen ahorros o han agotado prestaciones de paro. Aguilar afirma que es consciente de que con estos 105.000 euros no habrá suficiente para cubrir todas las necesidades de las próximas semanas y avanza que la dotación se ampliará. Otro servicio que se ha reforzado es el de reparto de comidas a domicilio para personas mayores y personas con dependencia. Se hacen cerca de 105 diarios. Desde el Servicio de Atención Domiciliaria también se hacen otros servicios presenciales y telefónicos, como el servicio de teleasistencia, que permite atender llamadas de urgencia y hacer un seguimiento del estado de los registrados.