Las autoescuelas tarraconenses mantendrán la persiana bajada de forma indefinida aunque el lunes la demarcación entre en la fase 2 y ya se les permita abrir. Según denuncia el sector, no les sale a cuenta porque no podrán llevar suficientes alumnos a examen. De los doce examinadores con los que cuenta la Jefatura Provincial de Tráfico, sólo tres podrán salir a examinar, según la Asociación de Autoescuelas de Tarragona.
Esto, sumado a una reducción horaria por la covid-19, hará que sólo puedan hacerse el 25% de los exámenes. "No es viable. Nos vamos a la ruina", lamenta en la ACN el presidente de la entidad, Carles Oliver. Entre mediados de marzo y finales de mayo la DGT estima que habrá dejado de hacer unas 11.000 pruebas teóricas y prácticas en la demarcación.