La URV aprueba su plan de desconfinamiento

06 de junio de 2020 a las 13:58h

El Consejo de Gobierno que se ha celebrado hoy ha aprobado una serie de medidas que modificarán la plantilla del personal docente e investigador (PDI) a lo largo de los próximos años. A grandes rasgos, se crea una plantilla única de plazas vacantes de PDI y un nuevo modelo de distribución del profesorado que ocupará las vacantes, que será sometido a modificaciones a partir del debate y las propuestas de mejora de una comisión. También se prevé la reducción de la presencialidad en la docencia y la eliminación de los másteres que no lleguen a los 20 estudiantes preinscritos. Estas medidas tienen como objetivo equilibrar la plantilla de PDI, actualizarla con criterios de equidad, introducir la investigación a la hora de dimensionarla, disponer de recursos para asegurar el relevo generacional, y modificar la proporción de personal permanente y asociado.

Así, en vez de incorporar profesorado a los departamentos donde haya bajas permanentes, las vacantes que se han producido desde 2019 en adelante pasan a una bolsa única, y el equipo de gobierno propondrá en qué departamento se incorpora el personal en base al resultado de un nuevo modelo de distribución del PDI priorizando los departamentos con menos PDI permanente. De este modo, se pretende que la distribución de nuevo profesorado sea más equitativa. La base de cálculo del nuevo modelo, con un peso del 70%, es la carga docente (el conjunto de créditos de grado y máster que imparte el PDI de cada departamento), en función del número de estudiantes y la distribución de grupos que establece la normativa.

Esta cantidad se incrementa con los créditos asignados por dirección de tesis doctorales y con los correspondientes a la actividad de investigación, a la que se atribuye el 20% del peso, y que se valora a partir de los tramos de investigación vivos en relación a los posibles. En esta herramienta para la distribución de plazas también se incluyen el criterio de eficiencia docente (créditos matriculados entre créditos impartidos), y el número de alumnos global al que imparte formación cada departamento. No obstante, se tendrá en cuenta la especificidad de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura y los departamentos de las facultades de los ámbitos de la salud y se creará una comisión de estudio, revisión y mejora de esta propuesta.

Además, se reducirán las horas de docencia presencial, que se traducirán en horas de trabajo de los estudiantes en casa. Con la excepción de las enseñanzas de Medicina, Enfermería y Arquitectura, regulados a nivel europeo, se prevé que la presencialidad sea el 35% o menos en las asignaturas optativas de grado y máster a partir del curso 2020-21, y el 40% o menos de promedio en el resto de asignaturas a partir del curso 2021-22, después de que los centros hayan hecho el estudio de aplicación de esta normativa.

También se quiere incidir sobre la eficiencia de los grados y másteres, tanto con su modificación para hacerlos más atractivos como reduciendo la oferta de másteres que no hayan llegado a un mínimo de estudiantes preinscritos (20 menos un 10%) calculado sobre el promedio de los preinscritos en el último curso y el próximo curso (2019-20 y 2020-21).

La actualización de la plantilla responde al desajuste que hay entre departamentos como consecuencia, entre otras causas, del hecho de que no se pudieron sustituir el 100% de las bajas permanentes de profesorado entre los años 2009 y 2015 por ley, y en muchos casos se tuvieron que sustituir por contratos de profesorado asociado. Este hecho junto con la bajada del presupuesto del 2009 al 2017, que se han prorrogado hasta el 2020, que ha comportado que muchos departamentos ya no dispongan de recursos para personal para cubrir necesidades de profesorado.

Las nuevas medidas, además, tienen como objetivo variar la ratio de profesorado a tiempo completo y profesorado asociado. Actualmente, este último imparte el 45% de la docencia, pero con la implementación de las modificaciones se pretende que sea menos y llegue al 35%.

Protocolo de desconfinamiento

El Consejo de Gobierno de hoy también ha aprobado el procedimiento interno y las medidas preventivas a través de las cuales la URV y la FURV implementarán el retorno a la actividad presencial. Si bien se prioriza la modalidad de teletrabajo, el protocolo establece los criterios para la incorporación presencial del personal, las medidas organizativas, la regulación de los accesos y la circulación a los edificios, y las medidas higiénicas que hay que seguir.

Para los que tienen que trabajar presencialmente, se establece que sea el mínimo tiempo necesario, respetando la distancia física de 2 metros entre personas y el aforo máximo permitido. Si el lugar de trabajo son salas diáfanas con movimiento de personal, se deben respetar 13 m2 por persona y establecer turnos de 10 días hábiles porque coincidirían con los 14 días de cuarentena de la enfermedad. El protocolo también establece una serie de herramientas preventivas, como la instalación de mamparas para los lugares de atención al público que no pueden mantener la distancia de 2 metros, el uso de mascarilla para moverse por el interior de los edificios, aplicar líquido hidroalcohólico al entrar a los edificios y después de tocar objetos compartidos, y ventilar hasta 15 minutos al día los espacios.

En ningún caso podrán estar en el centro de trabajo las personas que tengan síntomas de la COVID-19, que convivan con personas que los tengan o hayan estado en contacto con personas enfermas o con sospecha de COVID-19 los últimos 14 días, que provengan de zonas de riesgo declaradas por las autoridades sanitarias o si son personas especialmente sensibles según las indicaciones del Ministerio de Sanidad. Y cuando se incorpore, el personal debe haber hecho la formación preventiva de los riesgos del lugar de trabajo y específica de la COVID-19 a través del campus virtual.

La entrada al trabajo deberá hacerse de forma escalonada para evitar aglomeraciones, adaptando los horarios y flexibilizando las entradas y salidas de campus o edificios y se establecerán vías de circulación en el interior de los edificios, con especial atención a las zonas comunes, pasillos y escaleras.

El Servicio de limpieza limpiará cada día todas las superficies comunes, incidiendo en aquellas de contacto frecuente y los trabajadores deberán limpiar con gel hidroalcohólico su lugar de trabajo antes y después de utilizarlo.

En cualquier caso, las últimas actividades a reincorporarse a la normalidad serán las que comportan riesgo de aglomeración, como el CRAI, las cafeterías y zonas de congresos. En cuanto a la docencia presencial, se recuperará cuando las autoridades competentes lo establezcan y habrá que adoptar las medidas de distanciamiento físico y de higiene del protocolo.

Los contenidos y propuestas del protocolo fueron consensuados entre los servicios de prevención de 8 universidades españolas, y se ha adaptado a la realidad de la URV y la FURV en un grupo de trabajo multidisciplinar.

Hasta ahora hay 344 personas autorizadas para trabajar en los campus.

Los estudiantes podrán obtener más créditos por hacer actividades de cooperación y voluntariado
Los estudiantes de grado pueden obtener un reconocimiento de hasta un máximo de 6 créditos por participar en actividades universitarias culturales, deportivas, de representación estudiantil, solidarias y de cooperación. A partir del curso que viene, se refuerza la dimensión de compromiso social y podrán obtener 3 créditos para actividades de cooperación y voluntariado que hasta ahora no se contemplaban o que estaban valoradas con menos créditos: tareas de voluntariado, el programa "Colabora en un proyecto de cooperación internacional", proyectos convocados por la Comisión URV Solidaria y programas de Mentoría Social.
Facilidades en el pago de la matrícula

Para facilitar el pago de la matrícula, el fraccionamiento hasta ahora posible en tres plazos, se amplía a cuatro y se alarga hasta el 1 de abril de 2021.

Por otra parte, los estudiantes que trabajan en actividades económicas esenciales en la situación de estado de alarma y a los que se les ha requerido especial dedicación laboral podrán renunciar a la evaluación de asignaturas y matricularse el curso que viene sin recargo. También se anulan total o parcialmente las matrículas de las asignaturas que no se han podido impartir a causa de la COVID-19.