Indignación entre los ayuntamientos del Camp de Tarragona después de que el consejero de Interior afirmara que no hay presupuesto para adquirir los sensores químicos que deben perimetrar el polígono petroquímico ni tampoco para desarrollar el Plaseqta. Unas manifestaciones que, según el alcalde de Tarragona, contrastan con el compromiso de su antecesor, Miquel Buch.
Los municipios del territorio han exigido a la Generalitat que encuentren el dinero para poder implementar las medidas que se prometió para mejorar la seguridad de la industria química y la comunicación con la ciudadanía. El alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, ha valorado que se trata de una herramienta "imprescindible" para la seguridad de los vecinos de la ciudad y de los municipios cercanos. Por su parte, el alcalde de Constantí, Òscar Sánchez, también ha mostrado su indignación y ha asegurado que "la seguridad de las personas debe ser una prioridad".