A través de un juego tipo Trivial los participantes comprobarán en pocos minutos su nivel de conocimiento. Los resultados ayudarán a trazar un mapa científico de cultura a nivel general y también específico para cada comunidad autónoma.
La investigación está impulsada y coordinada por Jon Andoni Duñabeitia, director del Centro de Ciencia Cognitiva (C3) de la Universidad Nebrija, en el que también participan Roger Boada, Pilar Ferré y Marc Guasch, del Grupo de Investigación en Psicolingüística de la URV y José Antonio Hinojosa, de la Universidad Complutense de Madrid.
El proyecto pretende responder a estas incógnitas siguiendo una aproximación experimental muy cuidadosa de alcance general y desde una perspectiva interdisciplinaria que permitirá entender y sobre todo cuantificar el concepto de cultura general. Para ello se ha diseñado una plataforma que permite poner a prueba de manera gratuita y en aproximadamente cinco minutos el nivel estimado de conocimiento general sobre una base de más de 1.000 preguntas diferentes campos de conocimiento. En tan solo unos minutos una persona puede poner a prueba sus conocimientos y recibir una puntuación estimada de su nivel de cultura general respecto a toda la población participante. Además, las personas pueden comprobar el nivel de conocimiento estimado para cada comunidad autónoma.
Los objetivos de este estudio son, por un lado, "estudiar posibles diferencias territoriales con respecto a esta variable, y por otro ver si aspectos como la edad, el género o el nivel de estudios afectan a este nivel de cultura general", explica Roger Boada, investigador del Grupo de Investigación en Psicolingüística de la URV.
La plataforma también está diseñada para colaborar en el incremento del conocimiento general de las personas, ya que al finalizar la prueba cada jugador puede obtener información sobre las preguntas acertadas y falladas, y profundizar sobre cada uno de los hechos o datos.
La Gran Pregunta es que la plataforma está planteada como un juego, y así se pretende que los jugadores se reten a sí mismos y puedan retar a otras personas a través de las redes sociales. "Queremos llegar a una parte muy amplia de la población, independientemente de su edad o lugar de residencia, ayudando así a viralizar el juego y obtener un mayor número de datos que puedan ayudar a responder a las preguntas de la investigación ", señala Jon Andoni Duñabeitia, de la Universidad Nebrija.
El grupo investigador de la URV se ha encargado del desarrollo de la plataforma web que permite llevar a cabo el estudio, y ha participado también en la revisión de las preguntas que habían sido previamente elegidas por el equipo de la Universidad de Nebrija, así como en el diseño conjunto del estudio en lo que respecta a las variables que se incluyen, el número de preguntas por partida, los resultados mostrados, etc. "Cuando tengamos los datos, también nos ocuparemos de su vaciado y posterior análisis", comenta Boada.
El reto: 50.000 respuestas
El número mínimo de participantes necesarios para el estudio debería ser de 50.000, repartidos por toda la geografía española. De hecho, el Grupo de Investigación en Psicolingüística de la URV ya tiene experiencia anterior con estudios masivos en el ámbito del lenguaje, y confían en conseguir este número antes de finales de julio. "Esto permitiría comenzar a tener datos fiables sobre la influencia de las diferentes variables evaluadas en el nivel de cultura general de la población", explica Roger Boada.
El método utilizado, basado en procedimientos de recogida, gestión y análisis de datos previamente validados por la comunidad científica, permitirá crear una base de datos dinámica de conocimiento transcultural que sin duda tendrá un gran alcance en los ámbitos científico, educativo y divulgativo. "Por supuesto, la importancia del proyecto La Gran Pregunta no reside únicamente en determinar el saber enciclopédico ni en encontrar aquellas preguntas que deberían formar parte de los juegos de mesa sobre conocimiento. "Vamos mucho más allá, y el proyecto nace desde la psicología cognitiva y la neurociencia con una inspiración claramente aplicada. Los resultados del proyecto ofrecerán a los investigadores, gestores y educadores una herramienta de medida cultural fiable, así como una base de materiales de gran valía para la creación y desarrollo de estudios científicos del campo de la memoria y el lenguaje, entre otras áreas cognitivas " , concluye Duñabeitia.