A pesar de la situación de emergencia y el estado de alarma decretado en el país, el Banco de Alimentos no ha dejado de trabajar. La tarea que desarrolla en el Banco de Alimentos, es esencial, son servicios mínimos, y demasiado a menudo, bajo mínimos. El Banco de Alimentos ha aumentado las medidas de protección personales: mascarillas, guantes y pantallas protectoras, pero esto no les detiene para repartir, diariamente, alimentos. Cada mañana, en el almacén central ubicado en Reus, un grupo de voluntarios trabajan sin parar para abastecer con alimentos las más de 150 entidades sociales de toda la provincia, kilos y kilos que salen del almacén para ir a parar a las familias más necesitadas. Pero el trabajo no se encuentra sólo en el almacén, el voluntariado de la oficina atiende unos teléfonos que no paran de sonar. "En el Banco de Alimentos nunca sabes en qué situación te encontrarás cuando descuelgas el teléfono, pero estos días lo más seguro es que sea alguna familia que está pasando por una situación difícil y que necesita ayuda", apunta Glòria Alegre, voluntaria del Banco de los del 2010 que añade que "estos días escuchamos muchos problemas, que te golpean, situaciones muy duras que ni nos podríamos imaginar, intentamos ayudar en todo lo que podemos, los derivamos a servicios sociales, entidades de proximidad...". "A veces el teléfono suena para dar buenas noticias: empresas, entidades, instituciones que quieren hacer una donación", explica Alegre emocionada, "no se lo podremos agradecer nunca lo suficiente". El responsable de comunicación y portavoz de la entidad, Òscar Ologaray, valora muy positivamente el interés de los medios de comunicación, que estos días están encima de la situación "las cifras no son buenas, todo apunta a que volveremos a una situación peor que la de la crisis del 2008, pero ahora tenemos más experiencia, tenemos que ser capaces de minimizar el efecto sobre las familias más vulnerables". En esta línea Ologaray apuntaba que "hemos detectado que la necesidad alimentaria en la provincia ha aumentado en torno al 40%, y estamos convencidos de que irá a más, hay muchas familias que ahora mismo no perciben ningún ingreso y los ahorros se les están acabando". "Calculamos que el Banco de Alimentos podremos cubrir las necesidades hasta el mes de mayo, pero son necesarias nuevas donaciones y aportaciones para poder seguir ayudando a las familias más necesitadas del territorio", explica el portavoz, que advierte que "la situación se puede agravar y mucho, nuestra provincia tiene muchos puestos de trabajo vinculados al turismo, y parece ser que este verano la situación será compleja, esto supondrá menos ingresos para muchas familias, tenemos que estar preparados". "Lo mejor que podemos hacer para ayudar a las familias más necesitadas del territorio es trabajar juntos, entidades, instituciones, empresas, hace falta un frente común para paliar la crisis social derivada por la Covid19", ha concluido Ologaray.
