El Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Tarragona pone en marcha la transformación y reactivación económica y social de la Parte Baja. En este sentido, ha iniciado el proceso de elaboración de un Plan Integral que contempla aspectos urbanísticos, sociales, económicos y de movilidad. "El cambio comienza por la Parte Baja. El reto es recuperar el espacio público para el peatón y para la convivencia pacífica con otras formas de movilidad", explica el consejero de Territorio y Movilidad, Xavier Puig. "El objetivo de este plan es iniciar la transformación urbanística del barrio mediante la remodelación integral de la calle Orosi, ya que esta es una de las puertas de entrada a la ciudad desde la estación de ferrocarril", añade.
Una de las primeras actuaciones ha sido la reordenación viaria de la plaza de los Carros. Con el objetivo de dotar de más seguridad a esta intersección tan transitada, el Departamento de Movilidad y la Brigada Municipal han eliminado la rotonda que se encontraba en la confluencia entre la plaza de los Carros y al final de la calle Apodaca. También se ha dibujado un nuevo paso de peatones para cruzar la plaza, ya que los peatones cruzaban por el medio, lo que suponía un riesgo para la seguridad.
El arquitecto responsable del diseño de la reforma de la calle, Ramon Corbella, asegura que su objetivo ha sido "transformar la percepción que se tiene de la calle. Queremos que sea un vial de plataforma única para convertirse en un espacio para los peatones". Una transformación que la presidenta de la asociación de vecinos del Puerto, Mari Carmen Puig, califica de "maravillosa": "Es una reclamación que venimos haciendo desde hace muchos años porque el barrio del Puerto es muy céntrico y está muy deteriorado".
Nuevo paso de peatones en la plaza de la Media Luna
Otra de las actuaciones de movilidad dirigidas a facilitar la accesibilidad de la Parte Baja es el nuevo paso de peatones entre la rotonda de la plaza de la Media Luna y que conecta las calles Gasómetro y Apodaca. Una actuación que se ha realizado pensando en el itinerario real que hacen los peatones que vienen de la estación de trenes".
La tercera de las actuaciones pensadas para mejorar la Parte Baja consistirá en una remodelación integral de la calle Orosi, es decir, en los tres tramos que van desde la calle Apodaca hasta Comercio. Esta vía del suelo urbano atraviesa el tejido urbano del antiguo barrio de la marina que disponía antiguamente de un tejido industrial fruto de la actividad del puerto. Los antiguos edificios han sido sustituidos por bloques de viviendas plurifamiliares y prácticamente la totalidad de la calle está formada por edificios contemporáneos. La calle Orosi conecta la estación de ferrocarril con la calle Apodaca, un eje importante de conectividad de la ciudad. Uno de los principales problemas que presenta esta calle es –especialmente en el primer tramo– la convivencia entre peatones y el tráfico rodado, ya que el ancho de las aceras es de solo 8 metros. Los pavimentos actuales están formados por calzada de asfalto y aceras de loseta de hormigón contenidas por bordes de piedra natural. En cuanto a la vegetación, la totalidad son olmos de tamaño considerable que malviven entre las capas de pavimento y la roca de la antigua cantera que se excavó para hacer los diques del puerto.
Principales cambios: plataforma única para hacer prevalecer a los peatones
La transformación de la calle Orosi implica convertirla en un eje de peatones de plataforma única con tráfico rodado ocasional. Un cambio radical que permitirá desviar este flujo de vehículos hacia las calles de abajo del barrio, generando una circulación más periférica. Las calles Pau del Protectorado y General Contreras, que cruzan Orosi, confluyen en el Palacio de Ferias y Congresos de Tarragona, por lo que permitirá a la gente circular más cómodamente desde la estación, adentrándose en el barrio y subir a la Parte Alta por las escaleras mecánicas sin el estorbo de los coches.
La vegetación gana protagonismo
La vegetación es uno de los puntos fuertes de este replanteamiento urbanístico. De hecho, se plantea evitar una alineación de árboles constante, como hasta ahora, por lo que se plantarán árboles singulares en los chaflanes y en los extremos de las calles. Esta nueva vegetación se añadirá a los olmos existentes, sobre todo los que se encuentran entre la calle Orosi y Pau del Protectorado, que son los que están en mejor estado. "Queremos generar una percepción agradable del espacio donde la gente se pueda sentir cómoda y segura. Por eso instalaremos jardineras, debajo de los árboles. Queremos que los vecinos y vecinas del barrio se las hagan suyas. Se trata de fomentar el civismo y la sensación de pertenencia del barrio", remarca el consejero Puig. También se dejarán crecer las gramíneas entre las juntas del pavimento, sobre todo en las zonas más sombrías, para producir una percepción de entorno menos urbano.
Mobiliario urbano
El mobiliario urbano también tendrá un peso importante en esta transformación del barrio. Por una parte, se colocarán bancos de hormigón sólido, de tamaños diferentes y huecos por debajo que son anti vandálicos. También se pondrán del modelo conocido como Origame, que tiene forma prismática y con inflexiones. El entorno también contará con nuevos papeleras y aparca-bicicletas para dejar patinetes y bicicletas. "Las calles deben ser de las personas y todo el concepto de nuevo urbanismo en la ciudad girará en torno a este concepto", concluye Xavier Puig.
