Por segundo curso consecutivo, las guarderías privadas viven momentos complicados.
A la continuada bajada de la natalidad, hay que sumarle los efectos socioeconómicos derivados de la covid-19, que afectan tanto a las guarderías como a las familias.
Muchos centros privados, finalmente, han decidido cerrar sus puertas. Un claro ejemplo es Baobab, situada en la Vía Augusta de Tarragona.
Baobab, con decenas de años de historia, ha sido una de las guarderías más conocidas de toda Tarragona. Ahora, sin embargo, con las puertas cerradas, no ha comenzado un nuevo curso.
