Cuatro dispositivos de la Guardia Urbana de Tarragona y cuatro más de los Mossos d'Esquadra han intervenido esta pasada noche para desmantelar una fiesta en la plaza de la Font que reunía hasta 400 jóvenes.
La Guardia Urbana recibió un gran número de llamadas de quejas informando de una gran concentración de gente en la plaza; con música, haciendo uso de altavoces, gritando, consumiendo bebidas alcohólicas, sin guardar la distancia de seguridad obligatoria por la covid-19 y sin usar mascarillas. Trabajadores de los restaurantes de la plaza de la Font también informaron al mismo tiempo a los agentes de que se habían observado a dos chicos jóvenes con altavoces y reproduciendo música a alto volumen.
Acto seguido es cuando los dispositivos de la Guardia Urbana se personan en la plaza de la Font e informan de que aproximadamente hay unos 400 jóvenes concentrados, estudiantes todos ellos que han finalizado los exámenes de selectividad.
Según ha explicado el consejero de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Tarragona, Manel Castaño, "ha sido una noche compleja. La Guardia Urbana ha tenido que intervenir para evitar situaciones de riesgo provocadas por la masificación de los estudiantes concentrados".
Hasta el lugar de los hechos, también se ha personado el Jefe de Turno de Mossos d'Esquadra y, junto con los dispositivos de Guardia Urbana, han acordado contener la situación con ocho efectivos, cuatro de los agentes locales y cuatro de Mossos. Hacia las dos y cuarto de la madrugada, comienzan a disiparse los asistentes, mientras las patrullas presionan y contienen a los grupos para que no vuelvan a entrar dentro de la plaza, quedando alrededor de unas 200 personas.
Con los jefes de turno al frente, el resto de patrullas entran en la plaza, momento en que algunos de los asistentes han lanzado botellas de vidrio hacia los agentes policiales. A partir de aquí, los concentrados comienzan a desocupar la plaza, en dirección al portal del Roser.
Finalmente, a las 3 de la madrugada, la Guardia Urbana informa de que la plaza de la Font ha quedado vacía y se activan los servicios de FOCSA para limpiar la plaza.
A esta misma hora, agentes de la Guardia Urbana localizan e identifican a la persona propietaria del altavoz y responsable de la fiesta, el cual queda denunciado por celebrar actos o realizar actividades que hayan sido expresamente prohibidas o suspendidas, acordadas por las autoridades competentes, por Incumplir las limitaciones de número de personas asistentes encontradas y por Incumplir la distancia física interpersonal de seguridad en lugares públicos.