Este pasado sábado, cientos de peces muertos aparecieron en el tramo final del río Francolí.
En verano, este tramo urbano del río sufre tres o cuatro episodios de sequía que provocan que ejemplares de lisas, joels, anguilas, carpas y ranas mueran asfixiados.
Estos hechos suelen suceder entre los meses de junio y octubre.