El Ayuntamiento de Tarragona instalará en las próximas semanas cámaras de videovigilancia en el entorno del consistorio. La voluntad del equipo de gobierno es colocar unas ocho para tener imágenes de los alrededores del Palacio Municipal. Además, se prevé que antes de acabar el año se coloquen unas quince más repartidas por diferentes lugares de la Parte Alta, en unos lugares que aún no se han terminado de definir, con un coste estimado de 150.000 euros. El gobierno local apuesta por esta medida para mejorar la sensación de seguridad de los vecinos del barrio, que en los últimos años se han quejado reiteradamente de delincuencia e incivismo. La Guardia Urbana y los Mossos ya establecieron un dispositivo de vigilancia conjunto específico para esta área.
El dinero está incluido en el modificativo de crédito de unos 8 MEUR que el equipo de gobierno quiere aprobar en el próximo pleno. En caso de que prospere, la inversión saldrá adelante. El proyecto es una apuesta de la consejera de Seguridad, Cristina Guzmán, para mitigar los delitos en la Parte Alta. Además, el edificio del ayuntamiento es uno de los pocos de los grandes municipios de Cataluña que no tiene videovigilancia.
El casco antiguo será el segundo lugar de la ciudad donde se instalen dispositivos de estas características. El otro es la Parte Baja, otro punto en el que la sensación de inseguridad de los vecinos había crecido en los últimos años.