El Ayuntamiento de Tarragona, a través del Departamento de Limpieza Pública, ha impulsado para este verano una serie de medidas para mejorar el día a día de los trabajadores de la limpieza, ante la inminente llegada de la ola de calor.
Por un lado, se ha implementado una pulsera de calor, que llevarán todos los trabajadores y trabajadoras que realicen tareas en la calle y que, a través de un aviso en el dispositivo móvil, va midiendo la temperatura corporal del trabajador y alerta del riesgo de hipertermia o golpe de calor.
Según la consejera de Limpieza, Sonia Orts, este nuevo dispositivo “permite responder de manera eficaz y sencilla a los problemas corporales derivados de los niveles de calor y garantizar seguridad para los trabajadores y trabajadoras”.
Por otro lado, ha anunciado la consejera “se ha establecido un protocolo de calor que, en diferentes fases, aplicará nuevas medidas que se irán incrementando según se establezca cada día en función de las previsiones meteorológicas”.
Las fases son tres en función de las temperaturas ambientales: la amarilla, la naranja y la roja y prevén, en primer lugar, incrementar el número de vehículos con aire acondicionado; se harán más rotaciones entre los trabajadores; se les facilitará agua en todo momento y en casos extremos, se pospondrán los trabajos para otras horas del día, cuando baje la temperatura.