La asociación Tarragona Creix, a la vista de las informaciones que detallan la pérdida de fondos europeos que servían de apoyo financiero a la rehabilitación y nuevos usos del Banco de España, considera que “el proyecto 'Rambla Science' está en la UCI por una mezcla de falta de consenso político y falta de ambición en el diseño de la ciudad del futuro”. Ya han pasado 13 años desde el famoso ‘ya es nuestro’, y esta nueva marcha atrás pone en evidencia las carencias en una gestión eficaz de lo público.
“Los cambios de Gobierno en el Ayuntamiento y en la URV han resultado decisivos para malgastar la enorme oportunidad que brindaban los dos millones de euros concedidos a los fondos FEDER; hemos repetido que hacen falta consensos que estén por encima de los clichés ideológicos para generar oportunidades y evitar situaciones como esta”, analiza Jaume Climent, portavoz de la asociación.
Las excusas del actual equipo de Gobierno, que fiaba su propuesta al reparto de los fondos Next Generation, donde ha quedado descartada, muestran “la complacencia y la falta de imaginación, además de cierta pereza, de una visión conformista respecto al liderazgo y al crecimiento que tiene que desprender una capital dinámica, abierta a la colaboración público-privada en este tipo de infraestructuras punteras de investigación”, razona Jaume Climent. "Prefieren el paradigma del estancamiento, en realidad, no quieren que la ciudad crezca".
Lo que ha pasado en el Banco de España simboliza, como tantas otras ruinas que se eternizan, la espiral de decadencia en la que está inmersa Tarragona, fruto del sectarismo político y la incapacidad de gestionar grandes acuerdos de ciudad suscritos por la mayoría de grupos políticos. Por eso, “aunque algunos se empeñen en enterrarnos antes de tiempo, nuestra campaña Stop Decadència Tgn está muy viva y es más necesaria que nunca”.