La consejería de Patrimonio ha presentado esta mañana los resultados del programa de prevención y mantenimiento de las murallas de Tarragona. Este programa, pionero a nivel catalán, se ha desarrollado en los tramos 7 y 8 de las murallas, es decir, desde el Fortí Negre a la de la Rambla Vella, donde se había detectado un deterioro de las caras externas de los muros, así como una pérdida de estabilidad en algunos tramos.
Según el consejero de Patrimonio, Hermán Pinedo, "el objetivo de este programa es hacer un repaso del estado de la muralla romana en su totalidad, dando solución a aquellas patologías que se encuentren, y reducir así, el riesgo de pérdida patrimonial del monumento". En este sentido, también ha destacado, que "queremos ser proactivos ante el patrimonio histórico y esta es la manera de anticiparnos a los problemas antes de que sucedan".
Los trabajos efectuados entre los meses de agosto y noviembre del año pasado han contemplado el saneamiento superficial de los muros, el sellado de fisuras y grietas, el biselado con mortero de cal, la ejecución de pernos (método de sujeción) y otras fijaciones; así como la reposición de morteros de junta, la retirada de vegetación, el cegado de agujeros, la reintegración volumétrica y la sustitución y ampliación de redes protectoras.
En la inspección técnica previa a las obras de mejora, se detectaron 927 patologías en los monumentos, 708 en el tramo del Fortí Negre y 219 en el de la Rambla Vella. De todas ellas, de diferente alcance y gravedad, se ha llevado a cabo un total de 854 actuaciones que han permitido garantizar la integridad del monumento en muchos puntos.
En este sentido, el consejero Pinedo destaca que "ahora este tramo de muralla es mucho más seguro que hace un año, así que podemos decir que el programa ha sido un éxito". En cuanto a los siguientes pasos, se está trabajando en la implementación del programa en los tramos que van del 1 al 6, es decir, al resto de la muralla romana.