Los atentados de Barcelona y Cambrils han marcado un antes y un después en el sentimiento de seguridad en la ciudadanía. A raíz de esto, algunos ayuntamientos han decidido reforzar sus medidas para asegurar a la ciudadanía, los bloques de hormigón situados en paseos y lugares característicos de los municipios son de las medidas más visuales.
Por ejemplo, en el paseo Prim de Reus se han puesto estas pilones para reforzar la seguridad. Otras zonas importantes, como es el caso de la Rambla Nova en Tarragona han apostado por ponerlo entre las intersecciones de las calles, hoy en este espacio se puede ver como el Mercadillo de la Rambla se ve reforzado por unos bloques de hormigón azules.
Otros municipios, como la ciudad de Lleida, han decidido poner nuevas jardineras alrededor de su eje comercial, ocasionando pequeños cambios en las zonas de carga y descarga de algunas
tiendas de este centro. Cabe recordar que estas medidas son de competencia municipal, son las administraciones municipales (en sus juntas de seguridad) quien finalmente deciden apostar por estas acciones para asegurar los municipios.
Tal y como ha informado el 3/24, el Departamento de Interior niega que esta sea una solución definitiva que se pueda generalizar al resto para combatir la sensación de inseguridad.
