El alcalde de Salou, Pere Granados, recogió el premio Digital Tourist 2020, otorgado por AMETIC, en la categoría de Gestión del Flujo Turístico, por el sistema tecnológico puesto en marcha este verano en las playas para el control del aforo de personas. Granados recibió el galardón de manos del alcalde de Benidorm, Antonio Pérez.
En su intervención, el alcalde Pere Granados remarcó la importancia de implementar sistemas de transformación y gestión digital de los servicios, que nos permitan mejorar la experiencia del visitante, con la disposición de datos de la realidad. También, en este sentido, señaló que "es importante que en esta apuesta necesaria por la estrategia digital se priorice la mejora de la calidad de vida de los residentes".
Sistema de control de aforo en las playas
El Ayuntamiento de Salou ha hecho este verano una apuesta firme por este sistema tecnológico de vigilancia y control del aforo en las playas y calas del municipio, con el fin de garantizar las medidas de seguridad y distanciamiento social, como precaución ante la COVID-19.
Con un total de 22 sensores instalados, residentes y visitantes han podido conocer, en tiempo real, los niveles de ocupación para poder disfrutar del sol y del mar, con seguridad. El sistema informaba con una aplicación web, playas.salou.cat, del estado de ocupación de las playas en cada momento, en base a los datos de los recuentos recogidas por los sensores. Cabe recordar que, en ningún caso, se obtenían imágenes de los bañistas, garantizando la normativa en materia de seguridad y protección de datos.
El sistema, basado en tecnología que incluye analítica de vídeo en cada sensor (edge computing), permitía, aplicando la inteligencia artificial, ir aprendiendo y mejorando los resultados de los recuentos, de forma que cada vez fueran más precisos.
Cabe decir que el sistema incluye una plataforma de avisos y alarmas a los diferentes cuerpos de seguridad, Policía Local y Protección Civil, que informaba de los cambios de estado para que se tomaran las medidas de control en los accesos que se consideraran en cada momento y en cada playa o sector definido, focalizando, con detalle, los puntos más conflictivos.
El formato de la información es sencillo, comprensible y a través de un mapa. Se podía saber si era posible acceder a la playa a través de una leyenda fácil y comprensible, en tres colores: verde, naranja y rojo, indicando si el número de personas era aceptable (verde), se encontraba en umbral de la capacidad (naranja) o, simplemente, ya no se podía acceder (rojo).
