El alcalde de Salou, Pere Granados, acompañado de la concejala de Servicios Educativos, Julia Gómez, y en representación de la Corporación, ha entregado, recientemente, una placa a la maestra de la Escuela Santa Maria del Mar, Maria Aurèlia Rius Farnós, como homenaje a su jubilación.
El acto, que tuvo lugar ayer viernes, al mediodía, en Alcaldía, contó, también, con la presencia del jefe de estudios del centro, Daniel Romero; la secretaria del equipo directivo, Meritxell Boronat; y el marido de la homenajeada, Antonio Alcoberro.
El alcalde la felicitó por su recorrido profesional y por su gran labor como enseñante en Salou; y la animó a disfrutar de la nueva etapa que se le presenta. Asimismo, Pere Granados manifestó que "los años que ha dedicado a la docencia son muy interesantes y de mucha aportación al municipio", lo cual representa "una labor muy de agradecer".
Granados también se refirió a la etapa de la jubilación como "aquella en la que las personas pueden hacer actividades que no han podido disfrutar antes, por motivos laborales", por ejemplo.
Además, explicó que "la labor que se hace desde el mundo educativo contribuye a la mejor función que tiene una sociedad", porque "hace personas críticas" y, en consecuencia, crea "una sociedad mejor".
Maria Aurèlia Rius Farnós comenzó a trabajar en la Escuela Europa de Salou, como interina, y, al cabo de unos años, aprobó las oposiciones y consiguió plaza en la Escuela Santa Maria del Mar. Al comienzo, ejercía como parvulista, después como maestra de primaria, y, desde hace muchos cursos, como tutora del aula de acogida, donde su tarea ha consistido en enseñar a leer y escribir (alfabetización), y, a la vez, el aprendizaje, tanto a nivel oral, como comunicativo, del catalán.
En este sentido, la concejala Julia Gómez puso en valor el trabajo realizado en el aula de acogida del centro por parte de la homenajeada, ya que "demuestra su espíritu integrador y de apoyo a todos aquellos niños y niñas recién llegados, para que puedan adaptarse al sistema educativo de Salou".
Rius explicaba que trabajó con niños y niñas de múltiples nacionalidades, de todo el mundo, y, "aunque es complicado, es una experiencia muy bonita, estimulante y motivadora". "Los niños venían a clase con muchas ganas, ya que tenían muchos recursos a su alcance, y este recuerdo lo tengo muy adentro", expresó la maestra, afirmando que, "gracias a todos ellos, también he aprendido mucho de sus orígenes y culturas".