Las acusaciones de presunta agresión sexual y acoso contra el profesor César Constantí de la escuela Buenafuente's Actors de Reus han salido a la luz pública, con un total de 22 denuncias presentadas hasta el momento. Según ha informado TV3, una de las víctimas, que ha optado por mantener el anonimato, detalló los hechos, explicados en su caso particular.
La adolescente, de 17 años entonces, ingresó en la escuela en el año 2019 con la finalidad de realizar un curso de teatro musical. César Constantí fue su profesor y, una vez acabado el curso, ofreció a ella y a otras tres chicas la posibilidad de participar en un cortometraje musical en un local que tenía el acusado. En este sentido, el profesor ofreció clases más personalizadas a las chicas seleccionadas.
De acuerdo con las denuncias, el profesor Constantí siguió un patrón consistente a la hora de elegir a sus víctimas. Se seleccionaban unas cuantas alumnas a quien ofrecía la posibilidad de conseguir grandes éxitos en el mundo de las artes escénicas. Estas acusaciones han dado lugar a la detención del profesor por parte de las autoridades competentes, las cuales siguen investigando los hechos.
"Con la excusa de preparar el personaje nos hacía hacer ejercicios que decía de desinhibición para aprender a ser buena actriz. Si no te quitabas la camiseta, no eras tan buena actriz. Nos hacía darnos besos entre nosotras y él decía: ahora participo yo. Después nos decía que era broma. Lo hacía para que no nos sintiéramos mal, pero no eran ejercicios normales. Me preguntaba qué ropa interior llevaba mi personaje, y yo veía que mi ropa interior no era importante, pero él te hacía creer que era lo más importante del guion. Sin ser conscientes, nos llevaba a aceptar algunas de sus propuestas. Pero nosotras no lo decidíamos. Para mí era un crack, un dios, yo me lo creía. Hasta que abrí los ojos y vi que no era normal."El profesor se encuentra en libertad provisional y el abogado de este ha declarado que Constantí niega los hechos. Se le ha impuesto una orden de alejamiento y la prohibición de comunicarse con las víctimas.