San Pedro pende de un hilo

22 de abril de 2020 a las 10:03h

La celebración a finales de junio de las fiestas mayores de Sant Joan en Valls y Sant Pere en Reus pende de un hilo debido a la crisis sanitaria del coronavirus. Se trata de las primeras grandes fiestas mayores del Camp de Tarragona y muchos de sus actos, como la Tronada, Completes, los pasacalles populares o las actuaciones castelleras reúnen a miles de personas. De hecho, el día de Sant Joan en Valls da el pistoletazo de salida oficial a la temporada casteller, también llena de incertidumbres. Los ayuntamientos contemplan todos los escenarios posibles y decidirán si cancelan, aplazan o celebran la fiesta en función del desconfinamiento. Una de las alternativas que plantean es celebrar la fiesta más adelante, haciéndola coincidir con otras festividades locales. El Ayuntamiento de Valls tiene a punto la programación de la fiesta mayor de Sant Joan pero aún no ha decidido si la cancela, la aplaza o la celebra. La decisión se tomará en función de la evolución de la crisis sanitaria y del plan de desconfinamiento que se implemente en las próximas semanas. "Hemos hecho los deberes, lo tenemos todo preparado, pero queremos ser cuidadosos y prudentes porque la festividad implica a muchas personas y entidades y no queremos generar inquietudes", subraya al ACN el concejal de Cultura, Marc Ayala. "No hemos querido precipitarnos ni tomar decisiones antes de tiempo porque creemos que las cosas pueden cambiar mucho", añade el concejal.

Por este motivo, el consistorio trabaja de puertas adentro con todas las posibilidades y apunta que una de las opciones podría ser reubicar la fiesta en alguna otra cita del calendario festivo de la ciudad, sin especificar la fecha. En cuanto a la diada castellera de Sant Joan, uno de los actos más concurridos de la fiesta, Ayala explica que aún no se han reunido con la Vella y la Joves para decidir cómo la afrontan. Asimismo, el concejal admite que habrá que poner sobre la mesa el hecho de que los castellers hace semanas que no pueden ensayar.

Hay que tener en cuenta que el hecho casteller suma unas 900 actuaciones a lo largo del año en toda Cataluña. La suspensión desde el inicio del estado de alarma hasta finales de julio, por ejemplo, supondría la anulación de unas 400 exhibiciones, entre ellas la de Sant Joan en Valls, que tradicionalmente marca el pistoletazo de salida de la temporada casteller. Otro acto esperado de la fiesta mayor vallense, especialmente por el público familiar, es la aparición del Oso, la figura del pasacalles festivo que recoge los chupetes de todos los niños que han decidido dar este paso.

Por el contrario, de momento el consistorio sigue el calendario previsto respecto a las Fiestas de las Decenales de la Mare de Déu de la Candela, que se celebran cada diez años en Valls. Aunque aún quedan muchos meses hasta febrero del año 2021, la pandemia podría afectar a la programación. Según Ayala, la comisión de fiestas sigue trabajando "intensamente" vía telemática para hacer posible las propuestas culturales. "Como queda más lejos, no es un escenario de tanta duda como los dos meses próximos. No hemos parado nada", asegura.

San Pedro se podría celebrar por Misericordia

La situación es similar en Reus. El Ayuntamiento tiene sobre la mesa varias opciones según evolucione la emergencia sanitaria. Se plantea celebrar la fiesta con normalidad, con condicionantes, o bien aplazarla. Aunque admite que celebrarla con normalidad es "prácticamente un imposible", el consistorio se emplaza a tomar una decisión definitiva a principios de mayo. "Estamos trabajando en los tres escenarios, todos están abiertos y nos hemos puesto los diez primeros días de mayo como fecha límite", detalla el concejal de Cultura, Daniel Recasens.

Una de las alternativas que se estudian es trasladar San Pedro a septiembre y celebrarlo conjuntamente con las fiestas de Misericordia, si la crisis sanitaria lo permite. Según Recasens, también se podría hacer una Solemnidad extraordinaria. Se trata de una festividad dedicada a la Virgen, que no se ajusta a ninguna fecha concreta, en la que la imagen de la Virgen sale en procesión para agradecerle algún hecho, como la superación de una pandemia.

El Ayuntamiento tiene previsto convocar a las entidades que participan en la fiesta para exponerles la situación y ver la viabilidad de su participación. "El escenario pinta como pinta, pero nos obligamos a trabajar todas las posibilidades porque no queremos dar esta visión negativa de todo suspendido por suspendido", cierra Recasens.

Sobre el autor
C CIUTAT
Redacció
Ver biografía
Lo más leído