Reus elige a su primera alcaldesa

27 de mayo de 2023 a las 17:48h

Las elecciones de este 28 de mayo supondrán abrir una nueva etapa en Reus. Después de 12 años en el gobierno, Carles Pellicer ha decidido dar un paso al lado y no presentarse a la reelección. Una situación que solo deja una certeza sobre la mesa: la persona que lo sucederá será una mujer y se convertirá en la primera alcaldesa de la capital del Baix Camp.

Como también sucederá en muchos municipios de Cataluña, la pugna por la primera plaza se la jugarán tres partidos: Junts, Esquerra y el PSC. El bipartidismo que hasta ahora había imperado en Cataluña ha mutado en los últimos años hasta dejar un tablero político con tres grandes fuerzas políticas, que también son capaces de llegar a acuerdos entre ellas. Esta circunstancia se reproducirá muy probablemente en Reus, con la duda de quién se hará con la primera plaza y hacia qué dirección se decantarán las alianzas.

En 2019 la ciudad ya estuvo a punto de cambiar de color político. PSC y la CUP se mostraron dispuestos a explorar un pacto para hacer alcaldesa a la republicana Noemí Llauradó, pero finalmente declinó la opción para investir a Carles Pellicer y entrar en su gobierno de coalición, también incorporando a Ara Reus. En contrapartida, Llauradó ha estado estos cuatro años al frente de la Diputación de Tarragona, rompiendo la hegemonía convergente de este ente. La última encuesta publicada deja a Sandra Guaita en primera posición, pero con sus perseguidoras pisándole los talones.

 

Apoyo de Pellicer

Precisamente, este mandato ha sido movido por el espacio postconvergente. En 2019 todos iban bajo el paraguas de Junts, pero con la ruptura entre el sector de Puigdemont y el PDeCAT algunos separaron sus caminos. Aunque en un primer momento Pellicer se mantuvo en el PDeCAT, finalmente acabó saliendo de la formación y ha dado su apoyo activo a Teresa Pallarès, la candidata de Junts.

Pallarès aspira a retener la alcaldía más importante que tiene su partido en el territorio y deberá hacerlo compitiendo con la candidatura de Ara Pacte Local (integrada por el PDeCAT y Ara) por el voto convergente. Además, ERC y PSC son dos formaciones que también tienen la capacidad de pescar entre estas aguas. Para contrarrestarlo, su lista incorpora varias figuras que abandonaron aquella formación recientemente y han sido concejales este mandato. Además, también lleva caras nuevas como las de Joan Carles Gavaldà como número 2. Un arquitecto vinculado al tejido asociativo y al ámbito urbanístico.

 

¿De Vicealcaldesa a Alcaldesa?

Esquerra cuenta con muchos números para arrebatarle la primera plaza a sus rivales dentro del espacio independentista. Los republicanos mantienen un proyecto que ha crecido exponencialmente desde 2015 y el último paso sería conseguir la preciada alcaldía. Noemí Llauradó, que ha sido Vicealcaldesa este mandato, conserva su núcleo duro en las listas e incorpora candidatos de la sociedad civil y miembros que habían militado en otras formaciones. Entre ellos, destaca Meritxell Barberà como número 7 y pieza clave en la apuesta comercial de los republicanos.

Aparte del PDeCAT, ERC también puede desgastar a Junts en estas elecciones. El cambio de líder y la proyección con la que ya cuenta Llauradó podrían dar el impulso suficiente a los republicanos para alcanzar el 'sorpasso' a sus compañeros de gobierno. En 2019 se quedaron a más de 2.000 votos, una montaña complicada de escalar. En el panorama postelectoral, Esquerra es probablemente quien tiene más herramientas para jugar a la geometría variable.

 

El PSC no quiere perder el tren

Otro de los partidos que cambian su cabeza de lista es el PSC. Sandra Guaita sustituye a Andreu Martín, que lo ha dejado por cuestiones personales. La nueva candidata socialista ya fue concejala anteriormente y como diputada en el Congreso ha destacado por su insistencia en la estación de Bellissens y la Intermodal, dos proyectos por fin encarrilados.

De las tres, es quien puede encabezar mejor el espíritu del cambio, dado que no ha formado parte de los gobiernos municipales en los últimos años. Como vemos en muchos otros municipios, el PSC busca la transversalidad de su candidatura con independientes en posiciones de honor de la lista. Es el caso de Josep Baiges, comunicador y hasta hace poco secretario general de la Cámara de Comercio. Con él incorporan más ADN reusense, vínculo con el asociacionismo de la ciudad y sobre todo vínculo con el comercio, seña de identidad del municipio. En las pasadas elecciones, aumentaron en dos concejales y se quedaron a poco más de 100 votos de la segunda posición. Los socialistas esperan trasladar este cuerpo a cuerpo con los republicanos a la lucha por la primera plaza.

 

La barrera de los 2 concejales

Desde su entrada en el consistorio en 2011, Ara Reus se ha mantenido en dos concejales en las sucesivas elecciones. Una consolidación que aspiran a superar en estos comicios. Daniel Rubio vuelve a ser su candidato con el que quieren capitalizar su experiencia en el gobierno municipal y la alianza con la tradición convergente que representa el PDeCAT. Ya han sido la clave estos dos últimos mandatos y podrían volver a serlo, esta vez con un mayor peso dentro del ejecutivo municipal.

 

Batalla unionista

Hace cuatro años, el PP se quedó a las puertas de entrar en el consistorio con un 4,72% de los votos. Con la esperada bajada de Ciudadanos, que vuelve a presentar a Débora García como alcaldable, hasta tres partidos quieren llevarse una buena parte de sus restos para llegar a la representación. La popular Sílvia Virgili es quien está mejor posicionada para zamparse a los naranjas y volver a la plaza Mercadal. Su tradición política llevaba con representación desde 1983 y el impulso del PP en el resto del Estado puede darles el empujón que les faltó en 2019. Con ellos, compiten la nueva formación de Valents, encabezada por la exsocialista Dolors Compte, y la derecha radical de VOX, con Julio Pardo Rodríguez al frente.

 

La izquierda alternativa, decisiva  

Si Reus aspira a tener un cambio de mayorías, la izquierda alternativa puede ser la clave para desbloquearlas y tanto PSC como ERC deberían entenderse con ellas. Este año, este espacio, que incorpora muchos matices en su interior, se presenta en tres candidaturas diferentes. La única con representación es la CUP, que en 2019 sufrió una bajada considerable y podría verse debilitada por sus competidores. Quien más daño le puede hacer es la plataforma Reus en Movimiento. Su cabeza de lista es David Vidal, el candidato que llevó a los 'cupaires' hasta la segunda posición en el año 2015. En esta pugna, la CUP presenta como alcaldable a la actual concejala Mònica Pàmies, que toma el relevo de Marta Llorens.

Finalmente, la coalición En Comú Podem intentará por segunda vez sacar algún concejal. Hace cuatro años también se quedó cerca de entrar en el consistorio con un 4,64% de los sufragios y buscarán recuperar la presencia que ya tuvo Iniciativa entre 1995 y 2011. Para conseguirlo, vuelven a depositar su confianza en Nazaret Troya.

Reus siempre se ha caracterizado por la presencia de partidos municipalistas en su tablero político, como lo son Ara Reus y Reus en Movimiento. Aparte de ellos, en la parrilla de salida volveremos a encontrar a la candidatura Entre Veïns, liderada por Valentín Rodríguez y con un 1,85% en los pasados comicios.

El duelo por la alcaldía será cosa de tres, pero la batalla soterrada por la representación será indispensable para que a partir del lunes alguna de las grandes candidatas pueda construir una mayoría de gobierno estable. Tanto el duelo por las primeras plazas como la pugna por la representación se pueden decidir por un puñado de votos.

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Adrià Miró
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