Reus se distingue por ser una de las ciudades referentes en el ámbito comercial en el territorio. Al contrario que en municipios cercanos, su comercio local goza de un papel central en la cultura reusense. Un hecho que irradia a toda la provincia y contribuye a que no sea ninguna anomalía desplazarse hasta la capital del Baix Camp para ir de compras o a tomar algo.
La estructura de la ciudad potencia claramente la manera en que la gente tiene de vivir Reus. “Tenemos una estructura radial que permite que las calles mantengan una gran cohesión y se facilite ir a comprar paseando”, detalla Jacint Pallejà, presidente de El Tomb de Reus. Precisamente, una de las características más destacadas de este espacio comercial es que un 80% de sus calles son peatonales, lo cual anima a practicar lo que llaman el “arte de comprar paseando”.
Recargar pilas en Navidad
Si Reus ya tiende a volcarse a la calle a la mínima oportunidad que tiene, Navidad es una de las citas marcadas en el calendario comercial. Por estas fechas, las calles más concurridas se llenan de gente en busca de un regalo para los más queridos y, de paso, de una buena comida en el centro de la ciudad. Jacint Pallejà afirma que encaran la campaña de este año “con la máxima ilusión, aunque el mundo aún no se ha ordenado del todo” y ya se preparan para la llegada de estos picos de trabajo.
Una de las cuestiones curiosas de este aumento de personas durante las fechas más señaladas como Navidad o las rebajas es que no es causado por un crecimiento de reusenses en las tiendas. De hecho, su número, aunque se incrementa, se mantiene más o menos estable. Son precisamente las personas del resto de la provincia las que, atraídas por la oferta del municipio, vienen a pasar el día y hacer sus compras pertinentes.
Las comarcas con las que Reus tiene un vínculo más profundo en este sentido son el Baix Camp, el Priorat, la Ribera d’Ebre y la Conca de Barberà. De todos modos, su importante radio de influencia no se detiene aquí y otras zonas de la provincia como el Alt Camp o el mismo Tarragonès también contemplan la ciudad para hacer la típica compra navideña. Además, aparte de ofrecer esta vertiente más comercial, El Tomb de Reus preparará como cada año una iniciativa solidaria. Los establecimientos adheridos a la entidad venderán boletos para La Tómbola del Tomb, con miles de premios directos, descuentos y con una importante colaboración solidaria.
Promocionar la sonrisa
Que Reus sea la principal ciudad comercial del sur de Cataluña no es un logro que se deba a la casualidad. Por un lado, está el tema de haberse forjado a lo largo de los años esta cultura emprendedora que define a muchos reusenses. Jacint Pallejà afirma que “históricamente el centro de la ciudad ha ido por gestión propia, sin necesidad de un empuje público y ofreciendo lo que el cliente necesita”. En efecto, el sector comercial ha actuado con iniciativa propia, pero las mismas instituciones han sido conscientes de que se trata “de un puntal de la economía local” y, por lo tanto, se debía promocionar y acompañar. Un gran ejemplo de esto fueron los bonos comercio, que poco después acabaron replicando en otras localidades del país.
Sin embargo, hay un segundo factor que es el que más destacan los visitantes de la ciudad: el trato. “Te atienden de una manera diferente, no les estorbas”. Esta es una frase repetida por varias personas de fuera del municipio y que define de la mejor manera el valor añadido que quiere imprimir la ciudad en este ámbito. Pallejà recalca que tienen la capacidad para que la gente se sienta “bien tratada” y “más cómoda que nunca en nuestras calles”, intentando crear un buen ambiente gracias al entorno urbano del centro y a la atención de los comerciantes.
Una afectación mínima
Seguramente, la pandemia ha sido una de las principales barreras para que el comercio desarrollara su tarea como es habitual. Las restricciones de aforo, las mascarillas o el mismo miedo de las personas a entrar en los locales han provocado un contexto duro para los comerciantes, que han intentado capear “siempre con imaginación”.
Años antes de la covid, el estreno del centro comercial La Fira también representó una incertidumbre para las tiendas de proximidad. Algunos incluso auguraron unos efectos desastrosos que finalmente parecen no haberse hecho efectivos. “La afectación actual de La Fira no es excesiva. Debemos ser conscientes de que todos los métodos comerciales tienen cabida y cada uno ha encontrado su ubicación y su clientela, recalca Pallejà.
El presidente de El Tomb de Reus señala que uno de los sectores que quizás se han visto más afectados por el centro comercial ha sido el de la moda. No obstante, también argumenta que se trata de un sector en constante evolución y que las grandes multinacionales parecen encaminadas hacia la compra por internet.
El futuro de las tiendas de ropa de la ciudad pasa pues por potenciar sus puntos fuertes. Pallejà pone en valor factores como “la calidad, la proximidad, el kilómetro 0 y la atención individual” para diferenciarse de esta competencia. Para él, se trata de valores que quieren mantener en todos los locales de El Tomb de Reus y que “nos hacen pensar que tenemos futuro”.