Los motivos por los cuales Reus se ha visto forzado a subir impuestos

31 de octubre de 2023 a las 13:58h

El Ayuntamiento de Reus ha sido uno de los muchos consistorios catalanes que se han visto obligados a subir las tasas e impuestos municipales de cara a 2024. La subida es prácticamente generalizada, en algunos casos más pronunciada que en otros, en gran parte por culpa de la situación económica actual, que también ha perjudicado las arcas de las administraciones, especialmente las locales.

El IBI, la tasa de ocupación de la vía pública, el ICIO (Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras), la tasa de recogida de basuras o las tarifas de aparcamiento regulado son algunos de los principales impuestos que los Ayuntamientos cobran a sus ciudadanos y empresarios, y que en muchos casos serán más caros en 2024.

Principales motivos para la subida de impuestos municipales en todas partes

Pero, ¿cuáles son los motivos para que todos los Ayuntamientos, gobernados por partidos políticos de diferentes ideologías, hayan subido los impuestos de una forma tan generalizada? La respuesta la encontramos, en gran parte, en la actualidad económica que atraviesa el país, Europa y el mundo entero.

El factor económico más importante y conocido por todos es la inflación. En los últimos dos años, los precios han aumentado de media un 12,7%. Esto significa que las administraciones también pagan más por los productos e implica un aumento de los gastos que los consistorios deben sufragar.

Una circunstancia similar ha provocado el aumento del precio de la energía, pagando más en los recibos de la luz, el agua y el gas o en el combustible utilizado por los vehículos. Estos factores implican un aumento considerable de los recibos que requieren un incremento necesario a la hora de recaudar dinero, pero no son los únicos.

La tasa de basuras, junto con el IBI, es uno de los impuestos que más aumentará este año y de forma más general. La razón radica en una nueva directiva europea que será de aplicación a partir de 2025, pero que los ayuntamientos empiezan a preparar para que el cambio no sea tan drástico.

Hasta ahora, los ayuntamientos podían sufragar los servicios de limpieza y recogida de basuras combinando la financiación impositiva —a través de los impuestos— con otras fuentes de financiación municipal. A partir de 2025, sin embargo, Europa obliga a que estos servicios de recogida se carguen directamente sobre los ciudadanos. Por lo tanto, a pesar de las subidas generalizadas de este año, se espera que el año que viene este impuesto suba de una forma mucho más considerable en todo el territorio.

Hasta el año 2020, y debido a la crisis financiera iniciada en 2008, la ley estatal obligaba a los ayuntamientos a controlar sus niveles de endeudamiento. De esta forma se pretendía poner freno a las cifras de algunas administraciones, con deudas astronómicas, y a la vez obligarles a utilizar sus remanentes anuales para pagar deudas y reducir el endeudamiento.

Con la pandemia de Covid-19, y ante la necesidad de aumentar las prestaciones sociales, el Estado permitió detener esta medida y que los ayuntamientos utilizaran sus remanentes para destinarlos a ayudas sociales. Ahora, con la pandemia superada, el Gobierno español ha vuelto a activar este mecanismo y los consistorios se ven obligados a seguir pagando sus deudas.

Este factor se suma a el aumento de los tipos de interés marcados por el Banco Central Europeo como medida para frenar la inflación. Los ayuntamientos que tengan que pedir préstamos deberán pagar unos niveles de intereses mucho más elevados, un hecho que obliga a aumentar sus ingresos si no quieren reducir el resto de prestaciones y servicios municipales.

Del Estado llega también un incremento considerable del gasto y que tiene que ver con los trabajadores públicos. Los sueldos de los funcionarios también han subido en los últimos años debido a la inflación, y este año se ha aprobado un incremento adicional que los consistorios deben asumir con carácter retroactivo desde el 1 de enero de este año.

El caso de Reus

En la ciudad de Reus, además, existen otros factores que han obligado al ejecutivo local a aumentar las tasas municipales, en algunos casos con aumentos de más del 40% respecto de las actuales.

Las cuentas municipales tenían un déficit de 10 millones de euros de cara a 2024 por el aumento de los gastos municipales, un hecho que obligaba a rehacer los presupuestos.

Además, en el caso de Reus se debe sumar un convenio firmado por el anterior gobierno para la regularización de los trabajadores temporales, que se prorrogó para que se empezara a aplicar a partir de este año.

Finalmente, el ejecutivo municipal ha presentado un presupuesto expansivo que engloba también un plan “histórico” de inversiones en la ciudad. El objetivo del gobierno encabezado por Sandra Guaita es llevar a cabo una serie de inversiones en la ciudad que durante los ocho años anteriores no se hicieron.

25 millones de euros que se repartirán en diferentes ámbitos, como la ampliación del parque de vivienda social de la ciudad reformando, ampliando y comprando viviendas para ofrecerlas a la ciudadanía con alquileres asequibles. También se creará una nueva Escuela Infantil Municipal y se dedicarán diferentes partidas a la mejora de las escuelas de la ciudad.

Una parte importante de este presupuesto también irá destinada a la transformación de la movilidad en la ciudad, con nuevos ejes cívicos como la calle Astorga o la ampliación de la red de carriles bici; y a la mejora de los espacios públicos, que incluye inversiones en parques, jardines, alumbrado público, mobiliario urbano y asfaltado, entre otros.

En definitiva, según el concejal de Hacienda, Manel Muñoz, se trata de un plan de inversiones “histórico” para la ciudad. De hecho, es el “tercer esfuerzo inversor más importante” de Reus en los últimos años, sólo superado por el año 2010, en el que llegaron la Feria o el Hospital; y de 2022, con el proyecto de la Hispania.

A pesar de todo, Muñoz cree que todo este plan de inversiones es compatible con la reducción del endeudamiento que busca la ciudad, y por eso se han tenido que subir algunos impuestos y tasas municipales, en algunos casos más que la media en el resto de Cataluña. “La previsión del cierre para 2024 es que el endeudamiento se reduzca en 3,86 millones de euros, hasta los 110.730.499 € de deuda”, ha añadido.

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