El Ayuntamiento de Reus, a través de la concejalía de Bienestar Social y la coordinación con otras concejalías, ha reforzado la atención a las personas sin hogar desde el pasado mes de marzo. Se ofrece atención personalizada, para que puedan cumplir las medidas decretadas para hacer frente a la crisis sanitaria como el toque de queda, o con anterioridad el confinamiento domiciliario.
Para mejorar la atención a las personas sin hogar, la concejalía de Bienestar Social ha impulsado como herramienta de trabajo propia, un registro unificado que recoge y cruza datos personales, ubicaciones frecuentadas e intervenciones de las diferentes entidades sociales que actúan en la ciudad tanto de personas sin hogar como las que viven en infraviviendas.
Todas las personas registradas tienen acceso al servicio del comedor social cada día. Además, de manera puntual, de acuerdo con las necesidades, la concejalía facilita alojamiento temporal a estas personas en una pensión.
Con el apoyo de la Generalitat de Catalunya, la concejalía puso en marcha el 1 de junio el proyecto «Atención a las personas sin techo post confinamiento», que complementa las líneas de actuación abiertas el Ayuntamiento. El objetivo del nuevo proyecto es garantizar que todas las personas sin techo o con infraviviendas que fueron alojadas durante el estado de alarma sigan siendo atendidas por los servicios sociales municipales. Desde el 1 de junio hasta el 31 de octubre, el equipo de trabajo del proyecto ha contactado con las personas sin hogar registradas.
Este seguimiento personalizado también prevé la realización de pruebas de detección de la Covid a las personas de este colectivo, si se considera necesario. Un tema que en la actualidad se está trabajando con la Concejalía de Salud y Ciudadanía.
De manera excepcional, durante el confinamiento domiciliario, el Ayuntamiento alojó en una pensión a todas las personas detectadas desde los Servicios Sociales y la Guardia Urbana que manifestaran no tener domicilio o las condiciones para mantener las medidas de seguridad recomendadas.
El perfil mayoritario de las personas atendidas es un hombre, de entre 24 y 60 años, con algún tipo de adicción, la mayoría de los cuales atendidos por los servicios especializados.
La concejala de Bienestar Social, Montserrat Vilella, explica la necesidad de intensificar el trabajo conjunto entre ayuntamiento y entidades: «En la situación actual de pandemia, es más importante que nunca trabajar de forma coordinada y con un objetivo común para ser más eficaces y eficientes a la hora de ayudar a cada una de las personas que se encuentran sin hogar en la ciudad y evitar nuevos casos. Por eso, ahora estamos trabajando de forma personalizada caso por caso y, en un futuro, el Centro Social El Roser supondrá un gran avance en este sentido».
Dependencias de alojamiento temporal en el Centro Social El Roser A principios de marzo de 2020, el Ayuntamiento de Reus adjudicó el contrato para la construcción del Centro Social El Roser, el equipamiento que dará un impulso a las políticas municipales de atención a las personas con la creación de nuevos servicios y la apuesta por iniciativas sociales existentes como el Programa de Gestión Alimentaria Responsable de Reus, el alojamiento para personas en situación de vulnerabilidad social y el Plan Local de Inclusión Social. El presupuesto de adjudicación es de 1.859.362,78 (IVA incluido). Uno de los contratos de mayor valor económico que el Ayuntamiento ha licitado en los últimos años. El plazo de ejecución de las obras previsto en el pliego de condiciones de la licitación es de doce meses a partir de la firma del contrato.
El Centro Social El Roser será un equipamiento municipal de referencia, ya que dará un impulso a la atención a las personas con la creación de nuevos servicios y la apuesta de programas prioritarios. Es un proyecto social, integrador, y representa un paso de gigante para programas que la Concejalía de Bienestar Social tiene actualmente en marcha.
Este equipamiento incluirá una cafetería-comedor social, abierta a la ciudadanía; una despensa, que será el punto de gestión y distribución de la red de alimentos; dependencias de alojamiento temporal para situaciones de emergencia, y otros espacios municipales.
Las dependencias de alojamiento temporal sustituirán el servicio que prestan actualmente diferentes establecimientos hoteleros de la ciudad. El nuevo espacio permitirá estancias de corta duración, así como cuidar de la higiene personal, de la ropa y de la alimentación de personas en situación de emergencia por necesidades de alojamiento.
El espacio dispondrá de doce plazas, ocho para hombres y cuatro para mujeres; además de cámaras higiénicas, una sala-office y un dormitorio para el personal de seguridad. La zona de alojamiento quedará cerrada del resto de espacio del centro social.