El 3 de noviembre de 2020, una avioneta del Aeroclub de Reus que pilotaba Marc Francesch y llevaba un acompañante, desapareció cuando volvía de Ibiza y, días más tarde, sus restos fueron encontrados en aguas profundas frente al Delta del Ebro, junto con los cadáveres de los dos ocupantes, según informa el Diari Més.
Cuando se cumplen tres años del accidente, el pasado 6 de noviembre, la familia de Marc Francesch, el piloto de la avioneta, que murió en el siniestro, recibió un burofax de un abogado, en representación del Real Aeroclub de Reus, en el cual se le reclamaban «los daños y perjuicios causados a la entidad por el accidente sufrido en fecha 3 de noviembre de 2020, con motivo del pilotaje de la aeronave».
Los «daños y perjuicios», según el documento y pendientes de cuantificar, corresponden a los ingresos «dejados de percibir por la pérdida de alumnos de la escuela de pilotos porque no pudo disponer durante meses de la aeronave para llevar a cabo los cursos que imparte», así como «los correspondientes a los alquileres de la avioneta».
Además, se informa de que se está prosiguiendo el juicio contra el Aeroclub en reclamación de los gastos de recuperación del avión siniestrado –de 234.785,07 euros–, advirtiendo a la familia que «se le reclamará el importe que resulte de una eventual condena contra el Aeroclub».
ACTITUD INEXPLICABLE DEL AEROCLUB
«No es solo un movimiento perverso y maquiavélico por parte del Aeroclub, donde Marc se dejó la piel ayudando y trabajando, sino que también es un gesto de mala fe contra una persona que no se puede defender porque ya no está», responde la familia, que también califica el burofax de «temerario e imprudente contra los mismos socios». «Lo que le ha pasado a mi hijo le puede pasar a cualquiera», añade la madre de Francesch.
La familia asegura que, después del accidente, desde el club se les comunicó que tenían contratado un seguro. Como no recibieron noticias de la aseguradora, se pusieron en contacto con un abogado para reclamarla y, en el juicio, denuncia que el letrado del Aeroclub mostró una actitud «beligerante». Diari Més ha intentado ponerse en contacto con el Aeroclub, sin respuesta.
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