Campaña de control del uso del cinturón de seguridad, el casco y sistemas de retención infantil

07 de febrero de 2022 a las 09:53h

La Guardia Urbana de Reus lleva a cabo del 7 al 13 de febrero una nueva campaña preventiva en materia de seguridad vial, orientada al uso de los dispositivos de seguridad pasiva. El cuerpo municipal de seguridad intensificará la vigilancia en las vías y establecerá puntos de control para velar por el cumplimiento de la obligación de utilizar correctamente elementos como los cinturones y cojines de seguridad, los sistemas de retención infantil, los reposacabezas o los cascos.

Esta campaña, de alcance europeo y coordinada por el Servei Català de Trànsit, tiene como objetivo concienciar a la ciudadanía sobre el correcto uso de estos sistemas de seguridad y, en definitiva, de reducir tanto el número de víctimas en los accidentes de tráfico, como la gravedad de las lesiones.

La Guardia Urbana recuerda que uno de los principales elementos de seguridad pasiva es el cinturón de seguridad, de uso obligatorio en cualquier vehículo y en cualquier trayecto. Su uso reduce un 50% el riesgo de muerte y alrededor del 75% las lesiones. No usar el cinturón puede causar lesiones internas graves e incluso mortales, especialmente en la cabeza y el tórax.

En relación al transporte de niños en los vehículos, el cuerpo de seguridad recuerda que los menores de hasta 135 cm de altura deben ocupar obligatoriamente los asientos traseros del vehículo y utilizar siempre un sistema de retención homologado y adaptado a su altura y peso. Es recomendable que los sistemas de retención infantil se utilicen hasta los 150 cm. Excepcionalmente, aquellos niños y niñas de más de 135 cm pueden utilizar los cinturones de seguridad del vehículo. Si un niño no lleva este dispositivo, las posibilidades de sufrir lesiones graves o mortales se multiplican por 5.

Finalmente, en el caso de circular en moto o bicicleta, se debe llevar un casco homologado y se recomienda que sea integral que proteja tanto la cabeza como la cara. Es importante abrochárselo correctamente y que sea de la talla adecuada. Hay que tener en cuenta que un casco no dura toda la vida, que tiene una fecha límite por el material con el que esté fabricado, por el trato recibido o el grado de exposición a elementos exteriores.

Incumplir estas obligaciones constituyen una infracción grave que conlleva la imposición de una multa de 200 euros y la pérdida de 3 puntos.