En Aigües de Reus nos tomamos muy en serio la transición energética. Es por ello que acabamos de renovar parcialmente la flota móvil con la incorporación de siete vehículos eléctricos y los pertinentes sistemas de recarga. Una inversión que se suma a otros proyectos que se desarrollan a lo largo de este año y que tienen como principal objetivo la mejora de la eficiencia energética.
La contaminación causa más muertes, por ejemplo, que los accidentes de carretera. La disminución del uso de los vehículos a motor y de las emisiones es, hoy en día, una necesidad ineludible, ya que tiene consecuencias directas en la salud de las personas, según han constatado estudios en ciudades de todo el mundo. Las autoridades internacionales reclaman a todos los países la reducción de las emisiones de dióxido de nitrógeno, la mayor parte de las cuales se genera en procesos de combustión a altas temperaturas. Este es el caso de los vehículos motorizados, con lo cual la situación se agrava en las ciudades.
El tráfico rodado, además de dióxido de nitrógeno, genera otros contaminantes. Según un estudio del Instituto de Salud Global (ISGlobal), si el nivel de contaminación se redujera a los umbrales recomendados por la OMS, la esperanza de vida aumentaría de media 52 días.
Paralelamente a la responsabilidad ciudadana, las empresas también pueden implicarse en esta reducción de la polución mediante la transformación de su flota de vehículos en vehículos eléctricos. Y esto es precisamente lo que ya está haciendo de manera progresiva Aigües de Reus. Este mes de septiembre son un total de siete los vehículos eléctricos que se incorporan, y muy pronto se prevé iniciar la licitación de otro paquete de ocho vehículos eléctricos.
Mejora en la prestación del servicio
De estos nuevos vehículos que Aigües de Reus acaba de incorporar, tres son monoplazas completamente eléctricos y de pequeñas dimensiones, con el objetivo añadido de mejorar la circulación y la movilidad urbana. El contrato de compra tiene en cuenta tanto criterios económicos como ambientales, y permite dar de baja vehículos matriculados entre los años 2002 y 2005 y que llevan acumulados entre 165.000 y 370.000 kilómetros.
En cuanto a su utilidad, los nuevos vehículos se destinan de manera continuada a la prestación del servicio integral de agua de la ciudad, a disposición de la reparación de averías y guardias durante las 24 horas del día y, en el caso de los monoplazas, a la gestión de contadores, la atención ciudadana, inspecciones y otras contingencias. Su implementación debe permitir un importante ahorro económico a medio y largo plazo que, lógicamente, estará en función de los precios de la electricidad, la gasolina y el gasóleo.
Una renovación de la flota móvil que, junto a otras medidas de eficiencia energética, tienen como eje vertebrador la mejora de la movilidad sostenible y el cambio de modelo de movilidad urbana, en la línea de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y el Plan de Acción Municipal del período 2020-2023, y todo ello en el marco de unos requisitos ambientales de la Unión Europea cada vez más exigentes y en consonancia con la Agenda urbana de Cataluña.
