Aigües de Reus ha incorporado criterios aún más exigentes para la calidad del agua y, a partir de ahora, controlará también la posible presencia de diversas sustancias químicas, entre las que hay derivados de fármacos (antibióticos o antiinflamatorios), alteradores endocrinos (bisfenol a y nonilfenol) y sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS). La medida es fruto de la reciente actualización que se ha hecho del Plan Sanitario del Agua (PSA), en cumplimiento del Real Decreto 3/2023, aprobado el pasado mes de enero.
Aigües de Reus, como cualquier empresa de gestión del agua, debe tener siempre al día su PSA, según establece la legislación, con lo cual las actualizaciones se hacen de manera recurrente. El objetivo de este tipo de planes es la determinación y vigilancia de los peligros y puntos críticos que deben permitir controlar el proceso de almacenamiento y abastecimiento del agua desde el momento de su captación hasta que sale por el grifo.
El Real Decreto 3/2023 fue publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado mes de enero y, por primera vez, establece criterios para el control de las sustancias químicas mencionadas, entre las que se encuentran los PFAS, un grupo de compuestos químicos muy comunes que se pueden encontrar en cualquier artículo de uso habitual como productos textiles, electrónicos, revestimientos, pinturas, detergentes, productos antimanchas, alfombras, baterías de coches eléctricos, etc.
En Reus, la aplicación del nuevo PSA implica un incremento de los controles y se estima que, anualmente, se realicen alrededor de 17.500 determinaciones analíticas para poder valorar con precisión la calidad del servicio.
Vigilancia y control permanente“Quizás haya mucha gente que no sabe que el agua que se suministra a las casas debe ser tratada siempre con las mismas garantías sanitarias que cualquier otro alimento, ya que acaba siendo ingerida de manera directa o indirecta por los ciudadanos”, explica el concejal delegado del servicio, Daniel Rubio. “En este sentido, en Reus se hacen analíticas y se llevan a cabo controles de calidad de manera rigurosa y permanente”, añade.
Es por eso que el método de control escogido está basado en los principios generales de seguridad del agua que dicta la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en el Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico (APPCC), que es el sistema preventivo de gestión de la inocuidad sanitaria que se aplica en toda la cadena alimentaria: desde la producción primaria hasta la distribución minorista.
Gracias a este método, se pueden detectar y analizar los riesgos potenciales de contaminación del agua, ya sea por motivos físicos, químicos o biológicos originados por fallos de los sistemas, sabotaje o cualquier otra causa.
Laboratorio de Aigües de ReusUna vez evaluados los peligros potenciales en el proceso de suministro de agua, el PSA también determina las medidas preventivas y correctoras pertinentes. Todo ello mediante puntos de control (ya sean manuales o tecnológicos) instalados y monitorizados en todo momento, con lo cual la capacidad de reacción y corrección es inmediata.
En todo este proceso de garantía sanitaria, es fundamental el papel del laboratorio de Aigües de Reus, inscrito en el registro de laboratorios de la Agencia de Salud Pública de la Generalitat de Catalunya. El laboratorio se encarga de la toma de muestras diaria y el control analítico con el objetivo de asegurar que el agua suministrada es apta, en todo momento, para el consumo humano y de la máxima calidad.
