La acusada de matar a la anciana que cuidaba en Reus en septiembre de 2022 ha admitido que retiró dinero de la cuenta bancaria de la mujer y que hizo envíos a través de un locutorio a sus familiares en Paraguay. También ha reconocido que hizo compras con la tarjeta de crédito de la víctima.
Con todo, ha asegurado que tenía su autorización y que las compras eran regalos. En su declaración, realizada este jueves en la Audiencia de Tarragona, la investigada ha afirmado que le pidió ayuda económica a la mujer mayor y que nunca la engañó. La procesada, que se enfrenta a prisión permanente revisable, dice que le hizo la RCP la noche de la muerte. "No voy a venir a este país a quitarle la vidaa nadie, quiero demostrar mi inocencia", ha sentenciado.
La acusada ha explicado que se compró unas gafas de sol de marca, un reloj, ropa deportiva y una maleta el 15 de septiembre de 2022 con el consentimiento de la mujer que cuidaba y ha asegurado las compras eran regalos que le hacía. "Me autorizó las compras todas hechas el mismo día, junté los tickets para guardarlos", ha dicho en su declaración que se ha alargado dos horas. "¿Cómo puede ser que se quedara en casa y que le diera la tarjeta, si ella estaba a diálisis?", le ha preguntado el letrado de la acusación particular, sin que la investigada respondiera.
La procesada también ha admitido que efectuó entre ocho y nueve reintegros en diferentes días y cantidades que se elevaban a más de 4.000 euros. Tampoco ha sabido explicar por qué no sacó todo el dinero en una sola vez. "Eran dinero para mi hija, la anciana no quería que se lo dijera a sus familiares y yo no se lo dije", ha manifestado. Al mismo tiempo, ha reconocido que hizo transferencias por un importe de 2.000 euros a la cuenta bancaria del responsable de un locutorio porque ya había superado el límite del dinero que podía sacar de la tarjeta. "Quise explicarle —a la víctima— que necesitaba encontrar una fórmula para enviar el dinero que faltaba y me autorizó", ha reiterado la acusada.
Para realizar estas transferencias, el hombre que regenta el locutorio —también acusado en la causa—, le dio a la investigada un documento para que la anciana firmara una autorización para realizar la operación. La procesada ha declarado que falsificó la firma, pero ha insistido en que tenía la autorización de la anciana. Además, ha aseverado que la mujer mayor la quería ayudar porque tenía la necesidad de enviar dinero a sus familiares y ha remarcado que no la engañó nunca. En su declaración, también ha explicado que la víctima le dio ropa para que la enviara a su país para su madre y que esta ropa le guardó al otro investigado en su locutorio.

"Voy a llamar al 112"
En el transcurso de su intervención, la acusada ha explicado que la noche del 20 al 21 de septiembre de 2022 —cuando murió la mujer—, fue al banco a bloquear la tarjeta de crédito por petición de la anciana y que después regresó a casa. "Sobre la una de la madrugada oí una vez, en ese momento no le di importancia porque siempre había ruidos", ha detallado. Al cabo de un rato, cuando fue a comprobar cómo estaba la mujer mayor vio que se encontraba tendida en el suelo. "La encontré tumbada, en una posición como si se quisiera coger de la cortina, llamé al 112 y me derivaron al 061, los cuales me pidieron que le hiciera una RCP", ha indicado. También ha asegurado que no llamó a la hija de la víctima, que vive en el mismo edificio, porque se ciñó a cumplir el protocolo que le había hecho el nieto de la anciana, el cual establecía que primero tenía que llamar al 112 y después a su tío y a él. Preguntada por la fiscal sobre el hecho de que hubiera su almohada en la habitación de la víctima, la acusada ha negado que lo llevara a la estancia y ha defendido que tenían el mismo juego de cama.
En su declaración, la acusada ha señalado que de aquí a tres meses hará tres años que se encuentra en prisión preventiva y ha dicho que quiere que se esclarezca las causas de la muerte de la anciana. "Mi país no es este, tengo una familia destrozada por estos hechos, soy madre de dos hijos que me necesitan, quiero demostrar mi inocencia y confío en la justicia española, no digo que sea todo un error, pero lo hay y es importante detectarlos antes de condenar a una persona", ha sentenciado.
"Le dio una autorización para hacer la transferencia"
Por otro lado, también ha declarado el hombre acusado de un delito de falsedad en documento mercantil en concurso ideal con blanqueo de capitales. A diferencia de la acusada, el investigado sólo ha contestado a las preguntas de su abogado. El hombre ha explicado que tenían una relación de amistad y que ella le pidió si podía hacer una transferencia a su cuenta corriente, ya que no podía sacar más dinero del cajero.
Además, el acusado ha declarado que le explicó a la investigada que necesitaba una autorización de la anciana para hacer la transferencia y ha dicho que le dio el documento. Con la autorización firmada, recibió los 2.000 euros en su cuenta corriente con el fin de enviarlos al extranjero desde su locutorio. Ha asegurado que se trata de una operación "normal" que hace a menudo con sus clientes.
Muestras de ADN en los cojines
En la jornada de este jueves también han declarado los nietos de la víctima, la cuidadora anterior a la acusada y la expareja de ésta y la trabajadora de una agencia de viaje, en la que la investigada pidió para comprar un billete de avión de emergencia y solo de ida al Paraguay. También lo han hecho peritos de los Mossos d'Esquadra, que han explicado que encontraron restos de ADN de la víctima y de la acusada en los cojines, con los que presuntamente se asfixió a la anciana.
Prisión permanente revisable
Fiscalía considera que la acusada es autora de un delito de asesinato con traición, cometido para facilitar la comisión del delito de estafa/apropiación indebida, así como de un delito continuado de estafa en concurso medial con el delito continuado de falsificación en documento mercantil y un delito de hurto. Por el primer delito, le pide prisión permanente revisable, por el delito de estafa solicita cinco años de prisión y dos más por el hurto.
En paralelo, el ministerio público pide al otro investigado una pena de tres años de prisión por un delito de falsedad en documento mercantil en concurso ideal con blanqueo de capitales, así como una multa de 6.000 euros. Alternativamente, solicita que se le condene por un delito de falsedad en documento mercantil en concurso ideal con el delito de receptación o de encubrimiento, por los que pide dos y tres años de prisión, respectivamente.
Finalmente, reclama a la acusada que indemnice a cada hijo de la víctima la cantidad de 75.000 euros en concepto de responsabilidad civil. Asimismo, conjunta y solidariamente con el otro acusado, deberán pagar 4.000 euros por los daños morales causados a los familiares. Por su parte, la acusación particular, en representación de los familiares, hace la misma petición y pide la prisión permanente revisable. Por el contrario, la defensa pide la absolución.