Los últimos días, un fragmento de la nueva ordenanza de civismo de Reus ha generado un notable revuelo entre la ciudadanía. Diversos vecinos interpretaron que el texto prohibía que los animales orinaran en los árboles, hecho que encendió las redes sociales y provocó dudas generalizadas sobre qué estaba realmente permitido y qué no.
La confusión se ha originado en la redacción ambigua de uno de los puntos del artículo 66, elaborado por los servicios técnicos municipales, que especifica una lista de espacios donde no se permite que los animales orinen o defequen. Entre estos, se incluyen los parterres ajardinados y los alcorques con vegetación, pero el texto no hacía explícita la diferenciación entre árboles con alcorque verde y árboles sin ningún tipo de parterres o vegetación alrededor. Esta ambigüedad ha sido suficiente para que algunos ciudadanos entendieran que la prohibición afectaba a todos los árboles, sin matices.
Ante la escalada de comentarios y la interpretación errónea que se iba extendiendo, la alcaldesa de la ciudad, Sandra Guaita, ha salido al paso con un mensaje público en sus redes sociales para aclarar la situación. En una publicación, la alcaldesa ha sido tajante: “No hay problema en que los animales orinen o defequen en los árboles sin alcorques con vegetación, por lo tanto, queremos aclarar que no se prohíbe concretamente que los animales orinen o defequen en los árboles.”
Además, ha remarcado que la ordenanza no prohíbe que los perros hagan sus necesidades en los árboles que no tienen parterres o elementos vegetales protegidos, y ha lamentado la confusión generada.
La alcaldesa también ha subrayado que, a raíz de las múltiples preguntas recibidas, el gobierno municipal revisará el texto y hará una aclaración formal para evitar interpretaciones incorrectas. En el mismo mensaje, también ha recordado literalmente el fragmento concreto de la ordenanza que ha provocado el malentendido, el punto 5 del artículo 66, que dice: “Se prohíbe que los animales orinen o defequen en los parques infantiles, zonas de recreo, mobiliario urbano, fachadas de edificios, los parterres ajardinados, alcorques con vegetación, así como los rincones naturales de la vía pública, salvo los que sean habilitados a tal efecto”.
Aunque el redactado pretende proteger elementos sensibles del espacio urbano, la falta de una aclaración explícita sobre los árboles desencadenó la interpretación más restrictiva.
A la espera de la revisión técnica y jurídica del texto, el gobierno municipal insiste en que los perros pueden seguir orinando en los árboles que no dispongan de vegetación protegida, como ha sido habitual hasta ahora. El Ayuntamiento también ha pedido disculpas por las dudas generadas y ha anunciado que hará una comunicación oficial en breve para dejar el tema completamente resuelto.
Mientras tanto, los dueños de perros de Reus pueden estar tranquilos: los árboles continúan siendo un lugar permitido para las necesidades de los animales, siempre que no formen parte de un espacio ajardinado o un alcorque con vegetación.