Pere Segura comienza su segundo mandato como alcalde de Vila-seca. Después de cuatro años en minoría, su gobierno disfrutará de una clara mayoría absoluta en solitario para llevar adelante los diversos proyectos que cambiarán por completo el municipio. Cal·lípolis Next Generation, las transformaciones en movilidad, el Estadio Municipal o el nuevo POUM son algunas de las cuestiones que deberá abordar y ejecutar el alcalde vila-secano. Hablamos de ello en esta entrevista para La Ciutat.
Volvemos a los tiempos de mayoría absoluta, que ya tuvo su predecesor. ¿Cuál es la clave de este crecimiento?No sé la clave. Lo que te puedo decir es lo que hacemos nosotros, la receta que aplicamos a la manera de gobernar. Intentamos escuchar todas las sensibilidades y entendemos que el gobierno se hace desde la máxima responsabilidad y para todos.
La oposición había puesto en valor el diálogo con ellos durante el anterior mandato, cuando no tenía mayoría. Con esta recomposición del Pleno, ¿dónde queda este diálogo?En el mismo lugar. No estoy demasiado de acuerdo con el sistema electoral de las municipales, que extrapola el sistema parlamentario al ámbito local. No es el mejor modelo. La gente tiene derecho a elegir a su alcalde o alcaldesa y no debe estar sujeto a pactos posteriores que muchas veces ni se han publicitado ni se han decidido en el mismo municipio. En este sentido, entiendo que la gente que se ha presentado representa las visiones que tienen los diferentes vecinos del municipio y en el día a día deben verse reflejados. Ahora bien, cuando entras en la dinámica política, los demás partidos también deben tener voluntad de colaboración y consensuar ideas. Si hace unos meses conseguimos esta dinámica, nuestra voluntad es mantenerla.
¿Cree que la voluntad del resto de partidos es esta?Forma parte de las estrategias que cada partido adopta y se verá en los próximos meses. Estamos muy tranquilos. La gente tiene un sexto sentido y, cuando una oposición se basa en poner palos en las ruedas, tampoco es premiada. El gobierno tiene esta voluntad de escuchar, ya sea a través de los partidos o de lo que nos llega de la ciudadanía de manera directa.
El nuevo gobierno mantiene figuras con experiencia, pero incluye también nuevas. ¿Cómo describiría esta conjunción?Es como una carrera de relevos. El elemento que trasladamos es el buen gobierno de la ciudad y tener un proyecto a largo plazo. Determinadas cuestiones no las planteamos desde una visión de cuatro años, sino generacional. Los equipos deben poder nutrirse de gente con experiencia y de gente nueva que aprende las dinámicas municipales para que, si se da el caso, puedan tomar papeles de relevancia y liderazgo en el futuro.
En su investidura aseguró que venían cuatro años “definitorios y transformadores”. ¿Qué será visible estos cuatro años?Hay muchos. El frontal marítimo será una realidad, ya que las obras comenzarán en septiembre. Todos los Next Generation que se han conseguido y se están ejecutando también serán visibles. Por otro lado, también tenemos todo lo que tiene que ver con el tranvía y la alta velocidad. El otro día salió la noticia del anteproyecto para la estación urbana de Vila-seca con una inversión de 50 millones de euros y que está a 4-7 años vista. Existe el desarrollo de la ZAL y otros equipamientos municipales como el Estadio Municipal y algunos que tienen que ver con la transición climática o los espacios de convivencia. Aparte de esto, debemos hacer un nuevo POUM que será el de mis hijos y debe contemplar las preocupaciones de las ciudades del futuro. Serán cuatro años apasionantes que trazarán las líneas de los próximos 30 años.
Algunos de los proyectos dependen de las instituciones españolas y catalanas. ¿Cree que estos proyectos están ligados a lo que pase el 23J?Deseo y espero que no sea así. Si las políticas de diseño e infraestructuras no tienen cierta proyección a medio y largo plazo, es trabajar para nada. Estamos avanzando por unos caminos que pueden ser más rápidos si hay afinidades. En caso de que no exista esta afinidad, no quiero decir que los paren, pero van con una dinámica mucho menos asistida. Quiero pensar que estas cuestiones se han decidido desde el ámbito técnico y la visión de un país. Quizás la velocidad será una u otra, pero las decisiones ya están tomadas.
¿El hecho de tener mayoría absoluta ayuda a llevar adelante el POUM con su visión?Es más fácil solo desde un aspecto. El POUM debe ser un proceso participativo y acompañado de todos los partidos políticos. No debe ser el plan general de Vila-seca Segura, sino el de todos. La facilidad no recae en el hecho de imponer nada, porque no se debe imponer, sino para aclarar que el tacticismo no vale. Si se produce, haremos prevalecer la confianza que nos ha dado la gente. Debe haber una voluntad de consensuar y llegar a acuerdos.
¿Qué claves debe incorporar?Estamos diseñando la ciudad del futuro. El POUM del año 90 es el que estoy implantando cuando hay crecimientos urbanos. A esta generación nos toca redefinir el plan para que la siguiente generación lo disfrute. Debe estar basada en las preocupaciones actuales. Cuando hablamos de sostenibilidad, engloba muchos temas: la gestión del agua, las temperaturas, la transición energética o la movilidad. El tranvía lo que hace es generar una jerarquización del transporte. Deberemos generar un cambio de hábitos. Hasta ahora el coche es el rey del 'mambo', pero cuando se incorpora un tranvía hay una jerarquía diferente donde se prioriza por delante del vehículo privado. Debemos definir qué queremos priorizar y el volumen de ciudadanía de Vila-seca. ¿Queremos zonas residenciales, que son poco sostenibles, o queremos zonas más compactas y con un modelo de ciudad de los 10 minutos?
Cada vez hay más demanda en la vivienda. ¿Cómo debe ser el crecimiento para abastecer esta demanda?No debemos tener el planteamiento en que nosotros debemos abastecer la demanda del Camp de Tarragona. Debemos hacerlo con mucho juicio. En la vivienda, debemos hacer un crecimiento justo que tenga en cuenta todas las sensibilidades. Hay gente que no puede adquirir una vivienda desde el mercado privado y deben tener un mercado de vivienda asequible para desarrollar su proyecto vital. La vivienda debe tomarse desde una visión poliédrica.
En campaña, comentaba que el mandato debería tener un claro acento en los equipamientos deportivos.Tenemos la visión de las ciudades saludables donde pasan cosas. Pedimos que los niños estén menos con las pantallas, pero les damos entornos urbanos poco aptos. Debemos intentar que haya buenas ofertas culturales y espacios donde todas las generaciones puedan tener un ocio saludable.
El Estadio Deportivo es uno de los grandes puntos en cuanto a equipamientos deportivos. ¿Qué tempos se plantean?Es un gran proyecto. La fase inicial está en 20 millones de euros, que no los tenemos todos y a la vez se deben hacer otras políticas. Por lo tanto, haremos gran parte de las actuaciones este mandato y continuaremos los próximos años. Si lo podemos acelerar, lo haremos. Pero las ciudades deben evolucionar gradualmente y no debemos hipotecar nada por un determinado equipamiento. Cuando empezamos el conservatorio, estábamos en el edificio de las Antiguas Pescaderías. No era el mejor espacio, pero era el que teníamos. Después, cuando hicimos el nuevo conservatorio, no tenía el Auditorio, que lo hicimos más adelante. Debemos mantener unas finanzas robustas que nos permitan ser solventes ante los imprevistos y a la vez tener una transformación de la ciudad.
En el ámbito del Hard Rock, el PDU se mantiene parado. ¿Han podido hablar con la Generalitat? ¿Creen que no cumplen lo que habían firmado?Lo desconocemos por completo, hace tiempo que no tenemos una reunión. Nos preocupa mucho porque es un proyecto que lleva años. Si cada proyecto debe durar estos años, debemos hacérnoslo mirar. Le damos vueltas constantemente y al final la gente desconecta. Estoy a la espera de cuál es el documento final -si es que hay uno- y lo valoraremos cuando pase. No sabemos por qué no se aprueba ni se hacen más reuniones.
Una de las promesas de la Generalitat al PSC era la B-40 del Vallès, donde ya se ha cerrado un acuerdo. ¿Cree que también se cumplirá con el Hard Rock o es más escéptico?(Piensa) Soy escéptico. Hace tantas veces que nos dicen que queda nada y con una gestión de poca transparencia por parte de la Generalitat, que al final no sabes en qué punto está realmente.
Una de las grandes transformaciones del municipio será el proyecto Cal·lípolis Next Generation. ¿Qué calendarización se prevé?Dependerá de la disponibilidad económica. El Puerto debe asumir grandes inversiones y algunas deberá diferirlas en el tiempo. Ahora se hará la del frontal marítimo y han tenido fondos Next Generation para el centro de interpretación. A partir de aquí, está la Red Natura 2000, todo el desarrollo de la ZAL y toda la parte del contradique y los elementos que hacen que la playa de la Pineda se estabilice de manera definitiva. Como son inversiones tan altas, deberán calendarizarse.
Estamos en situación de sequía y Vila-seca cuenta con dos de los sectores que consumen mucha agua (turismo e industria). En nuestro caso, tenemos la suerte de no abastecernos de las cuencas internas -bajo límites-, sino del Ebro. ¿Esta cuestión es también uno de los retos del territorio?Siempre debemos ser solidarios y ser muy cuidadosos con los recursos hídricos que utilizamos, justamente porque son prestados. Por eso, la primera depuradora de Vila-seca y Salou utiliza agua regenerada para la industria, las zonas verdes y para todo. Vamos tres pasos adelante, prácticamente no se tira ni una pizca de agua -con el turismo incluido- al mar.
En segundo lugar, también debemos poner en un orden de magnitud el consumo de la ciudadanía, los turistas y la industria respecto a la globalidad. El minitrasvase, que son 80 hectómetros cúbicos, representa el 1% de los trasvases en agricultura. Mejorar la eficiencia en este sector quizás te ahorraría 8 hectómetros cúbicos, pero hacerlo en otros se trataría de otro orden de magnitud. Nadie pone en cuestión los canales de suministros del Xerta o del ámbito de la ribera de Aragón. El minitrasvase es una tubería que suministra agua, genera una riqueza brutal y que es uno de los menores problemas en impacto ambiental.