Las elecciones municipales han reforzado el gobierno de Pere Segura, al frente de la candidatura de Vila-seca Segura. El actual alcalde tomó el relevo de Josep Poblet en 2019 con una mayoría simple de 8 concejales y en estos comicios el crecimiento ha sido claro y contundente.
Pere Segura se ha hecho con 13 concejales, 5 más que hace cuatro años y dos más de los que necesitaría para obtener la mayoría absoluta. Los resultados le permitirían gobernar en solitario y no necesitaría pactos con ningún partido, que se quedan a una distancia abismal del alcalde. La candidatura postconvergente se eleva hasta el 46,92% de los sufragios, cuatro veces más que su inmediato perseguidor.
Joan Anton Ramírez no ha sabido capitalizar todo el voto de Ciudadanos y del PSC. Por separado obtuvieron 7 ediles, pero en esta ocasión se han quedado con 3 concejales y una amarga segunda plaza. Decidim Vila-seca y los Vila-seca en Comú caerían respecto a sus resultados de 2019. Los comunes pasarían de 3 a 2 y los republicanos de 3 a 1. Aparte de Segura, los otros ganadores de la noche son la derecha radical de VOX, que entra con fuerza con 2 concejales y la medalla de bronce.