Después de sus primeros 4 años en la alcaldía, Pere Segura aspira a revalidar el cargo al frente de la plataforma Vila-seca Segura. El candidato resalta los avances del pasado mandato y pone el foco en los retos capitales que deberá encarar el municipio a partir del 28M. El Hard Rock, el POUM o la revolución en la movilidad son algunos de los temas que marcarán los próximos años. Hablamos de ello en esta entrevista en La Ciutat.
Plantean una lista continuista en el núcleo duro que le ha acompañado durante este mandato. ¿Cómo valora la tarea del gobierno?Es una lista continuista parcialmente. Gran parte de la totalidad de la lista se renueva, pero también es cierto que en las posiciones más avanzadas es continuista porque pretende poner en valor el trabajo realizado y la experiencia acumulada. Por otra parte, el balance que hacemos de los cuatro años es buenísimo. Los objetivos se han asumido en el 90% de los casos. Tenemos los proyectos finalizados, iniciados o en fase inicial por su complejidad. Nuestro contrato con la ciudadanía se ha podido llevar a cabo a pesar de estar en un contexto de máxima complejidad. Si se ha podido salir adelante es gracias a la implicación del gobierno, de los funcionarios y en general también de la corporación municipal.
¿Cuáles son los principales ejes de sus propuestas para el 28M?Tenemos la suerte de que nuestra ciudad está en un punto céntrico dentro de esta área metropolitana y pasarán cosas importantes. Es difícil centrarme en una. Los próximos 4 años serán el mandato de la movilidad. Nos sentiremos una ciudad plena, ya que una ciudad se siente plena cuando tiene un transporte público que actúa en red con el entorno. Actualmente, el transporte público se comunica bien con los diferentes núcleos de Vila-seca, pero el tranvía y la estación de alta velocidad nos permitirá tener una conectividad mucho mayor con esta área metropolitana y el sentimiento de pertenencia metropolitano se enfatizará.
Por otra parte, las oportunidades que se deriven de la implementación y desarrollo de la ZAL y el Hard Rock serán fundamentales. Para terminar, tenemos proyectos propios importantísimos como la transformación del frontal marítimo en la Pineda, el espacio experiencial de Cal·lípolis de la mano del Puerto, la mejora urbana y los equipamientos deportivos, a los cuales les queremos dar un acento especial. Nos hemos centrado mucho en determinados equipamientos y ahora nos focalizaremos en ser una ciudad que trabaje por el deporte. Será un mandato apasionante.
La creación de un nuevo POUM era un tema sobre la mesa que arrastramos del pasado mandato, ¿qué Vila-seca visualiza en los próximos años?Ya tiene dotación presupuestaria y se tiene que licitar. Nos hemos fijado cuatro años para elaborarlo, una mirada muy ambiciosa en términos. Se ha hecho un gran uso del POUM durante 30 años y ahora toca tener otro que tenga una mirada de 30 años más. Así como los otros articulaban espacios de convivencia, tipologías de vivienda y calles; ahora los nuevos POUM tienen que contemplar otras temáticas como la transición energética, la digitalización, la movilidad y la agenda urbana 2050. Son herramientas que incorporan visiones poliédricas con las cuales construir las ciudades de futuro.
La Zona de Actividades Logísticas (ZAL) reforzará aún más el tejido industrial de Vila-seca. ¿Qué tipo de empresas deberían recibir?En esto tenemos una complicidad máxima con el presidente del Puerto. La ZAL es uno de los últimos espacios que acumulan un millón de metros cuadrados de suelo urbanizable para actividades logísticas y de valor añadido. Además, cuenta con la conectividad intermodal absoluta con el Puerto, el ferrocarril a través de la Boella, las conexiones en tránsito rodado y el aeropuerto. Nos tenemos que coordinar para que haya actividades económicas que sean tractores e impulsen otras. Es decir, que ayuden a transformar el Camp de Tarragona -no sólo Vila-seca- para captar actividades que dinamicen otros sectores.
Tiene una visión poco cerrada únicamente al municipio y muy enfocada al área metropolitana. ¿Entramos en el mandato en que se articulará esta área metropolitana?Son procesos difíciles. En el caso de Barcelona, se articula en una ley en el Congreso de los Diputados. Entre todos y todas tenemos que incorporar esta mirada porque si no la ciudadanía no nos lo perdonaría. Lo que toca es rebajar la visión egocéntrica de cada municipio y hacer una mirada más amplia. Para tener una mirada metropolitana tenemos que ser todos generosos. Lo tienen que ser sobre todo los que más tienen, como Reus y Tarragona.
¿La Pineda puede crecer más turísticamente?La Pineda tiene ámbitos para desarrollar a nivel turístico. No estoy hablando de un turismo basado en un concepto 'desarrollista' de hormigón y hoteles. Tenemos un campo a recorrer para intentar desestacionalizar el turismo. El espacio de Aquopolis es un espacio municipal que entrará en un concurso y busca una actividad de 10 o 12 meses con generación de puestos de trabajo fijos de largo plazo. También tenemos el proyecto de Cal·lípolis Next Generation con la renaturalización del espacio, el centro de interpretación y el contradique que tiene que acoger cruceros. Todos estos cruceristas son un sector en que podemos adentrarnos y generar sinergias con la restauración. La intención es transformar un turismo excesivamente estacionalizado en la temporada de verano en uno de generador de riqueza los 12 meses.
¿Le preocupa que el proyecto del Hard Rock se acabe encuestando?Como que soy de carácter optimista, quiero pensar que esto después de las elecciones se desbloqueará de manera definitiva y será un proyecto bueno para el territorio, que incorpore todo lo que nos preocupa. Se dice muy poco, pero es el primer proyecto que está basado en una actividad económica que genera puestos de trabajo durante todo el año. Hasta ahora, el turismo que se ha desarrollado no era así.
La cuestión del juego espolea una fuerte crítica al proyecto por parte de unos sectores.Es de un cinismo increíble. Hablar del juego cuando en cualquier establecimiento de restauración hay máquinas tragaperras no tiene sentido. Precisamente, si hay un lugar donde el juego está más regulado, se controla el acceso y se mira que el cliente no esté en un listado de enfermedades asociadas al juego es en un casino. No lo practico, pero vivimos en una sociedad donde el juego está presente en internet de una manera liberalizada, en todos los locales y en los mismos cruceros.
Sinceramente, creo que es una herramienta política. Hay partidos que hacen de esto un elemento para distinguirse del resto y hablan del Hard Rock como si fuera el demonio. Detrás de la plataforma Aturem Hard Rock está la CUP. Se tiene que decir así. Se trata de blanquear una iniciativa que podría ser popular. Cuando ves los medios de comunicación públicos que blanquean las plataformas como si fueran la sociedad civil organizada, es una manipulación flagrante. Evidentemente, los proyectos son mejorables, pero en el Camp de Tarragona hay un consenso que cree que el Hard Rock puede ser bueno si se hace respetando todas las leyes urbanísticas y ambientales.
¿La fiscalidad será un problema?Esto dependerá de Salou.
Él diría lo mismo.Si no es justa, puede ser un problema. Ahora mismo se ha aprobado un Plan Director que establece unas distribuciones que nos parecen correctas.
Esta campaña vuelve a hablar de la digitalización. ¿Qué carencias tiene el municipio en este ámbito?La digitalización es un proceso. Estos cuatro años hemos digitalizado la gestión administrativa del Ayuntamiento y hemos recibido un premio de la Administración Abierta de Cataluña (AOC) como uno de los 10 mejores ayuntamientos de menos de 50.000 habitantes en administración digital. No se acaba aquí. También es el big data, el business intelligence, el smart city, cómo gestionamos la seguridad o cómo introducimos la inteligencia artificial. Cualquier partido político seguirá impulsando herramientas de digitalización. Ahora tenemos una licitación de 1,5M de euros que habla de la sensorización de la Pineda. Se sensorizarán válvulas, depósitos de acumulación por temporales, se pondrán más cámaras y se incorporarán sensores meteorológicos. La intención es que sea útil para la ciudadanía. Conocer cómo está el tráfico, por donde pasa el transporte público, cómo hacer los trámites o cómo están los niveles de CO2.
En muchos ámbitos, ¿podríamos decir que este mandato ha sido el de arrancar proyectos que serán más visibles los próximos años?Visto desde esta perspectiva, sí. Pero entonces omite todo lo que se ha hecho y ya es tangible. La renovación de las calles como Joaquim Serra, la avenida Sant Jordi o los de la Pineda es una realidad. También lo son la mejora del pabellón de la Pineda, la construcción del Celler, la sustitución del césped del campo de fútbol, el transporte público entre núcleos, su gratuidad, la creación de la vilacard como tarjeta ciudadana, la mejora de todos los parques urbanos o la llegada de la OAC. Hay proyectos que se iniciaron hace cuatro años y ahora se han finalizado, mientras que también hay otros que hemos iniciado ahora y los podremos ver más adelante. La política es como una cadena.
En caso de que no consiga una mayoría absoluta, ¿descarta algún partido para pactar? Por sus palabras, me costaría verlo gobernando con la CUP.Ellos se han descartado porque su campaña es “una Vila-seca que luche”. Es un mensaje belicista que poco dice de su ideología. Siempre he entendido la política como un espacio de coincidencia, de reencuentro y diálogo. La gracia es que se puedan incorporar muchas miradas. Es mejor gobernar entre 20 concejales que no entre 11. Si hay lealtad y trabajo por la ciudad, estoy abierto a que las personas que coincidan participen en la gobernanza.
¿No hay líneas rojas?No. Evidentemente, hay partidos con quien compartimos visiones y otros con quien es más difícil casar ciertos aspectos.
