Usted entró en la alcaldía de Vila-seca en 2019 y al año siguiente explotó la pandemia. ¿Cómo la ha vivido y cómo la han vivido los habitantes del municipio?
Creo que la he vivido de manera muy intensa, ya que esta pandemia nos ha pillado por sorpresa y, por tanto, nos ha llevado a una improvisación constante en muchos momentos. Si lo recordamos, al inicio no teníamos ninguna medida para protegernos ante el virus y nos encontramos en una situación de confinamiento total. La pandemia nos ha obligado a reinventarnos durante todo un año y a hacer trabajar la creatividad para buscar soluciones a todas las cuestiones que surgían día tras día.
¿Qué se ha hecho desde el Ayuntamiento para paliar los efectos de la pandemia?
Desde el Ayuntamiento hemos impulsado políticas de vivienda, de protección social, de ayuda a las pymes, de ayuda a los emprendedores, impulso del empleo... Se están haciendo muchas acciones porque aprobamos una modificación de crédito de prácticamente 11 millones de euros para inversiones en infraestructuras y en generación de economía y de puestos de trabajo de manera directa e indirecta. Además de esto, nos hemos provisto de un escudo social que ha incluido becas comedor, emergencia social, impulso al banco de alimentos...
Los estragos en la economía han sido muy importantes y en un municipio turístico como el suyo, aún más. ¿Cuál es la situación de Vila-seca y de sus habitantes?
Quizás dentro de la Costa Dorada somos de los que menos afectados estamos. Sin embargo, los estragos son evidentes. La nuestra es una economía diversificada pero, como ya sabemos, contamos sobre todo con el sector servicios, la hostelería y el turismo. Tenemos mucha gente que está en paro y en ERTE. Por lo tanto, es fundamental volver a la normalidad y después sacar una reflexión de todo esto, sobre qué sectores son los que tenemos. Hay que volver a industrializar o diversificar más la economía, fortalecernos y ser más resilientes a futuras situaciones porque las pandemias pueden pasar.
Después de más de un año de restricciones marcadas por la pandemia de la Covid-19, empezamos a ver la luz al final del túnel. El turismo se tiene que empezar a reactivar. ¿Qué esperan para esta campaña de verano?
Estamos un poco expectantes a cómo evoluciona la pandemia, y con ilusión y esperanza de que la temporada de verano sea no de normalidad, pero sí un intermedio, al menos mejor que el año pasado.
Una de las iniciativas que se están llevando a cabo es la primera jornada gastronómica para reactivar el sector. ¿Cómo la valora?
Esta fue una muy buena iniciativa que espero que durante los próximos años se vaya consolidando. Todo lo que tiene que ver con fomentar y ayudar a uno de los sectores que ha sufrido más durante estos últimos meses como es la hostelería es bienvenido. Y, además, si a la vez podemos disfrutar de productos locales y de nuestra propia gastronomía, perfecto. Ahora es momento, con cautela, de volver a reencontrarnos e iniciar una vez más las relaciones con nuestras amistades y familia.
¿También se pudo celebrar la FIM? ¿Cómo fue?
La FiM fue todo un éxito de producción, realización, de participación y también de comportamiento. Justamente cuando estábamos empezando a relajar las medidas, organizamos la FiM, de la cual creo que a todo el mundo le ha quedado un buen sabor de boca. Tengo ganas de ver la siguiente edición que esperamos sea con la normalidad recuperada del todo.
¿Qué temas quedaron pendientes antes de la pandemia y cuáles son las prioridades del equipo de gobierno una vez esté controlada?
La pandemia nos ha ralentizado algunos de los objetivos que teníamos de mandato, pero en ningún caso los ha detenido. No tenemos que retomar nada porque realmente todo ha ido continuando, independientemente de que a veces se han priorizado cuestiones que tenían que ver con la emergencia social en la que estábamos inmersos. Todo sigue con la visión y la voluntad de que a finales de mandato podamos haber alcanzado los objetivos que nos habíamos fijado.
En el mes de marzo se presentó el proyecto Cal·lípolis Next Generation, un proyecto medioambiental y de recuperación económica. ¿Cómo beneficiará esto al municipio?
Es un proyecto paradigmático con una visión muy actual de lo que se pretende sea el crecimiento económico. Se quiere ligar el crecimiento económico con el respeto al medio ambiente y el ámbito social donde se actúa. Es un proyecto de los más paradigmáticos del territorio, ya que busca una sostenibilidad de 360 grados. Creo que puede ser un antes y un después para la Pineda.