Pau Ricomà: "Hemos establecido un trato de diálogo con entidades y personas que antes no existía"

28 de julio de 2022 a las 09:32h

Tarragona es la capital de la demarcación de Tarragona. Una ciudad cómoda para vivir, en la que aún se conservan los apodos de las casas combinados con la modernidad y los servicios de una ciudad del siglo XXI puesta al día. Su pasado romano y medieval saluda a los turistas y visitantes a cada paso y este es, precisamente, uno de sus grandes atractivos. No en vano es ciudad Patrimonio de la Humanidad desde hace más de 10 años.

Ahora bien, más allá del aspecto turístico, de servicios y de cultura, Tarragona tiene una serie de retos de cara al futuro, que poco a poco se irán afrontando. Pau Ricomà, alcalde de Tarragona, explica cómo la ciudad afronta el último tramo del mandato en esta entrevista para La Ciutat.

Los primeros dos años largos de mandato han estado fuertemente marcados por la pandemia en todas partes y Tarragona no ha sido una excepción en este sentido. ¿Qué valoración puede hacer el alcalde de Tarragona de la actuación del Ayuntamiento durante este tiempo?

Ha sido muy difícil. En el momento de asumir la alcaldía ya presupones que habrá temas sobrevenidos, pero una pandemia global que se alargue durante más de dos años, con diferentes fases no es fácil para ninguna administración. Ahora queda lejos, pero fue un momento muy doloroso ver cerrar la puerta del Ayuntamiento, la Plaza de la Font sin ni un alma, cada uno en su casa, las calles vacías... fueron momentos duros.

La parte positiva destacable es que la sociedad en general fue muy solidaria y se activaron toda una serie de medidas desde el Ayuntamiento, sobre todo para ayudar a las personas más desfavorecidas y con más dificultades. A nivel de gestión había una reunión diaria para hacer un seguimiento y ver qué medidas íbamos tomando. Después de todo, hubo un apoyo general muy importante entre el Ayuntamiento y la gente y entre la gente y las ganas de ayudarse los unos a los otros. Esto deja huella.

A toda esta situación han seguido los problemas económicos para prácticamente todos los sectores. ¿Cómo afronta el Ayuntamiento la necesaria recuperación?

Sí, cuando la situación se alarga se empiezan a evidenciar problemas económicos, sociales e incluso de salud mental. En la medida de lo posible hemos estado al lado de la gente. Hemos establecido unas líneas de subvenciones a comercios, a los establecimientos de restauración, al sector cultural. Esto se materializa, por ejemplo, en dejar de cobrar tasas durante mucho tiempo, hemos permitido una exención más allá de lo habitual para que los establecimientos no bajaran su rendimiento procurando adaptarnos a la situación. Hemos querido garantizar al máximo la seguridad de todos con muchas medidas diferentes.

¿Se puede decir que las personas han pasado a formar parte de la centralidad de la actuación municipal, incluso más de lo que lo hacían antes?

Las personas siempre han sido y serán el centro de nuestra actuación desde el Ayuntamiento. Ahora bien, se han generado situaciones diferentes, especialmente en lo que se refiere a las personas más vulnerables y las sin techo. En Tarragona preparamos equipamientos para que las personas que lo necesitaran pudieran ir a lavarse, a comer. También se organizó toda una red de voluntarios para atender a las personas que viven solas, para poderles hacer llegar comida y estar pendientes.

Ahora lo que toca es reactivar la ciudad, generar actividad y trabajo y recuperarnos todos juntos de esta situación. Las personas lo son todo y son el centro de la actividad municipal a nivel de asistencia social y también para darles oportunidades y que puedan salir adelante.

Al final del año pasado el Ayuntamiento de Tarragona no fue capaz de aprobar los presupuestos de cara a 2022 y por tanto están prorrogados. ¿Cómo está esta cuestión?

De momento hemos tenido una primera jornada, que fue el Pleno de enero, en el que se debían aprobar las obligaciones que debemos afrontar antes que nada y lo pasamos sin ningún voto en contra. Hemos demostrado que se puede gobernar con presupuestos prorrogados. A medida que se van definiendo partidas todo el mundo ve que se deben cubrir porque son necesarias. Pienso que el sentido de responsabilidad general hará que se pueda avanzar con la mayoría de las actuaciones que vamos haciendo. Nosotros abrimos estos presupuestos a Podemos y al PSC y tanto uno como otro echaron atrás, pero es posible que cambien de opinión y quieran sumar. Nuestra voluntad es estar abiertos a toda negociación y salir adelante.

En este momento Tarragona está experimentando un gran cambio en cuanto a la movilidad dentro de la ciudad. ¿Qué puede explicar?

Cuando hablamos de movilidad debemos pensar en qué marco nos movemos, qué vamos a buscar. A día de hoy, en pleno siglo XXI y en medio de una emergencia climática debemos buscar la descarbonización sin renunciar a la mejora de la conectividad para hacer una ciudad cada vez más peatonal y menos de coche. Este es el gran marco.

Entonces una de las partes importantes es la movilidad a pie, en bicicleta, en patinete. Por eso estamos generando una red de trayecto muy importante que cobrará valor con el tiempo para definir unas dinámicas que mejorarán el centro de la ciudad.

A raíz del traspaso de carreteras del Estado estamos planteando varias obras de las cuales quiero destacar dos.

La primera es el carril bicicleta que va desde la Plaza Unesco de la Rambla Vella hasta Altafulla, pasando por toda la zona de playa y los campings. La otra es la ampliación del puente del Francolí con una vía para peatones y para bicicletas que unirá los barrios de poniente con el centro donde se podrá llegar en bicicleta y a pie. Todo esto es un cambio enorme de movilidad y enlaza con otros carriles bicicletas que estamos pendientes de desarrollar en otras poblaciones cercanas con las que se está trabajando.

Hablando de descarbonización, hace mucho que se habla del tranvía o del tren-tranvía. ¿Cómo está este proyecto?

Tarragona no tiene una centralidad absoluta sino que debe compartir liderazgo, espacios, movilidad y conectividad con otras ciudades cercanas. Lo que hace fuerte el Camp de Tarragona es que tenemos Reus, Cambrils, Salou, Vila-seca, pueblos y ciudades importantes. El objetivo es garantizar la movilidad y vías descarbonizadas. Entonces aquí es donde entra el tranvía.

Hace un año la Generalitat hizo una propuesta que en Tarragona no nos gustó nada. Para generar una alternativa se abrió un proceso participativo con todo de invitados en una mesa de movilidad en la que intervinieron sectores económicos, empresariales, vecinales y técnicos en movilidad.

A nosotros la propuesta de la Generalitat no nos gustaba porque salvaba el desmantelamiento de las vías entre Cambrils y Salou, alargaba hasta Vila-seca y generaba un corredor de tren viario que debía añadirse al eje principal Tarragona-Reus a través de la vía de Adif.

Estábamos hablando de que el tranvía pasaría por la misma vía por donde pasan los trenes regionales, de mercancías y más, con la posible entrada del tercer hilo del Corredor del Mediterráneo nos encontraríamos con una línea saturada. Por tanto hicimos una serie de alegaciones y hace unas semanas la Generalitat respondió que a final de verano tendremos la propuesta de hacer pasar el tranvía entre Vila-seca y Tarragona por dentro de los barrios de poniente, paralelo a la carretera hasta el Imperial Tàrraco, donde genera intermodalidad porque allí es donde llegan los autobuses urbanos e interurbanos y por tanto, es una propuesta muy diferente de la anterior. Estamos trabajando todos estos cambios de movilidad con la idea de descarbonización, de hacer ir menos el coche y más el transporte público. Es una idea muy potente y ahora todas las piezas van encajando.

Hay otro gran proyecto que es el Valle del Hidrógeno en el que también participa el Ayuntamiento.

Sí, es un grandísimo proyecto que nos costará mucho porque debemos saber alinear todos los agentes del territorio. La Universidad Rovira i Virgili hace de motor, tenemos las empresas químicas, el Ayuntamiento de Tarragona, la Delegación del Gobierno, la Diputación, todas las instituciones importantes están implicadas y obviamente también el Ayuntamiento de Tarragona. Nos hemos volcado y hemos sido uno de los impulsores del proyecto.

Tarragona es la despensa energética de Cataluña ahora que debe haber una transformación energética total, la Unión Europea señala el hidrógeno como energía prioritaria de cara al futuro. Nosotros haremos todo lo posible para que esta transformación sea efectiva y podamos vivir con energía verde.

Tarragona es una ciudad muy potente a nivel cultural y de turismo. Hace unas cuantas semanas, alcalde, estuvo en la feria Fitur de Madrid. ¿Cómo fue?

Fue muy bien. Fitur es un gran escaparate turístico. A mí me corresponde la representación de Tarragona al grupo de ciudades patrimonio de la humanidad. También renovamos el convenio que tenemos con Renfe para que cuando en Tarragona hay un gran evento, Renfe facilita que lleguen turistas con el tren de Alta Velocidad con alguna oferta y descuentos.

La Alta velocidad nos acerca a algunos mercados muy importantes como es el caso de Madrid, donde tienen una visión muy atractiva de Tarragona dado que es una ciudad Patrimonio de la Humanidad pero también tenemos un clima brutal en invierno, playas que aún son bastante naturales, espacios interesantes, cultura, restauración, servicios, todos los ingredientes para que Tarragona se convierta un destino deseable para pasar un fin de semana, descubrir la ciudad y luego volver. Estoy seguro de que debemos seguir insistiendo.

Y hablando de cultura, Tarragona tiene una riquísima vida cultural, festiva y de calle. ¿Volvemos a la normalidad en la celebración de las diferentes citas del calendario festivo de la ciudad?

Esperamos que sí. De hecho, en Tarragona, incluso en los momentos más complicados de la pandemia, hemos seguido programando cultura, tanto desde el Ayuntamiento como desde las entidades, siempre siguiendo el protocolo de seguridad sanitaria y poniendo todos los medios a nuestro alcance en este sentido.

La gente tiene ganas de recuperar la normalidad y los organizadores y creadores de cultura, también. Y hace mucha falta.

Ahora bien, se está trabajando con todo tipo de normativas y protocolos de seguridad adaptados a cada necesidad y a cada acto. La gente está demostrando ser muy responsable y todo se lo toma de forma muy seria para que todo salga bien.

Desde el Ayuntamiento apoyamos la cultura y sus creadores y nuestra actuación se ha tenido que adaptar a las diferentes oleadas y circunstancias que ha traído.

Aparte de alcalde, Pau Ricomà también es Consejero de Turismo...

Sí. Como Consejero de Cultura, cuando hicimos el traspaso marcamos una serie de objetivos compartidos: cultura para todos, apoyo a las entidades, acceso cultural para todos, nuevos equipamientos como las bibliotecas de los barrios. Y también una buena programación en diferentes lugares de la ciudad, en los barrios, la revalorización de la marca Teatros de Tarragona.

También apoyo al sector profesional con subvenciones para una serie de actividades, convenios de nuevos y mejorados, que los profesionales de la cultura se puedan ganar la vida con su trabajo como hace todo el mundo.

Queda poco para terminar este mandato, un poco más de un año que seguro que pasará volando. ¿Qué previsión se hace desde el Ayuntamiento de cara a los próximos meses?

Somos un gobierno que tenemos un objetivo de cambio que no terminará en este mandato y que tiene dos patas: la cohesión social y la sostenibilidad. Todas las actuaciones las hacemos con este enfoque. Esto es un cambio importante porque estos dos ejes no se han trabajado en el anterior mandato.

En cuanto al tema de la cohesión, Tarragona es una ciudad desconectada, con unos barrios alejados del centro. Se ha hablado mucho de recoser la ciudad pero no se ha hecho nada para conseguirlo. Desde el punto de vista urbanístico tenemos como objetivos preservar las zonas que ya tienen vida y una cierta problemática, como la zona centro, el barrio del puerto de manera particular y sobre todo, unir el centro con el norte y poniente. Nuestras propuestas de crecimiento van juntando los barrios de poniente con esta movilidad más fácil que planteamos.

Trabajar hacia aquí también quiere decir deshacer algunos nudos y recuperar espacios para generar otro estilo de ciudad. Tenemos entidades y personas con las que establecemos una relación de diálogo que me parece que antes no se tenía.

La Administración está al servicio de la gente. Nosotros estamos ahí al frente durante un tiempo, pero las entidades y la gente está trabajando desde mucho antes y esperamos que después de nosotros salgan aún más reforzadas y puedan trabajar muchos años más. Nos debemos a la gente. Este es nuestro punto de vista.