El pasado mes de junio hizo un año que tomó posesión, por segunda vez, como alcalde de Constantí. ¿Cómo valora este primer año de mandato por mayoría absoluta? Lo he dicho en otras ocasiones y me reitero: ha sido un año muy intenso, mucho más de lo que era previsible. Nuestros pronósticos apuntaban a un año de continuidad en el trabajo iniciado en el mandato anterior y de proyección para los años que tenemos por delante, de planificación, de establecimiento de plazos, en definitiva, de gestión para la producción y ejecución futura. Pero ya en el mes de octubre las inclemencias meteorológicas, repetidas a finales de enero, nos pusieron en alerta. Después el desafortunado accidente de la planta de IQOXE en el que desgraciadamente perdía la vida nuestro estimado Òscar Atance; y los incidentes del Polígono Petroquímico. Finalmente, esta pandemia que afecta a nivel mundial. Son toda una serie de problemas graves que hemos tenido que afrontar con las herramientas de que disponemos como administración local. Si las otras administraciones nos cedieran más espacios...
Lamentablemente, desde hace unos meses, la vida política, económica y social del municipio gira en torno al Covid-19. ¿Cómo se está gestionando la crisis sanitaria desde el Ayuntamiento? Con mucha firmeza. Estoy muy contento y orgulloso del trabajo que hemos hecho, tanto por lo que respecta al equipo de gobierno, sólido y cohesionado, como también a los trabajadores y trabajadoras municipales, así como del voluntariado que desde el minuto cero se puso a nuestra disposición y que supo estar a la altura. Es uno de los momentos más complejos desde que soy Alcalde, por no decir el que más.
Una vez levantado el confinamiento domiciliario, hemos ido adaptando el día a día a las circunstancias del momento, a las nuevas normas que nos han ido imponiendo, cumpliendo y haciendo cumplir cada una de las recomendaciones que efectúan las autoridades sanitarias. Creemos que debemos ser un modelo de cara a la sociedad, y eso es lo que intentamos hacer. Es duro, difícil, pero ahora nos toca vivir de esta manera y lo tenemos que aceptar, por mucho estrés que nos suponga.
El equipo de gobierno municipal, para paliar los efectos, optó por poner en marcha un Plan de reactivación económica y social, excepcional y de urgencia, consciente de que no nos podíamos permitir las desigualdades sociales ni la destrucción de pequeñas y medianas empresas como ya pasó con la crisis financiera del año 2008. Estábamos y estamos decididos y convencidos de que teníamos que afrontarlo de manera diferente a como pasó aquel año.
Este Plan se basa en 14 puntos concretos que abarcan el comercio, el mundo empresarial, el empleo, las ayudas sociales, la protección de la salud, ayudas a las Ampa's, suspensión de pagos en servicios municipales, retraso del cobro de tasas y precios públicos municipales y la creación de la oficina Covid-19, que todavía ahora está haciendo tareas de ventanilla única para la gestión de todas las ayudas creadas.
¿Qué niveles de afectación ha tenido el Covid-19 en Constantí? Haciendo una valoración global, el número de afectaciones no ha sido de los más altos. En un momento determinado, a principios de septiembre, tuvimos un repunte importante, hasta el punto de que rozamos el umbral para que las autoridades sanitarias llevaran la carpa para hacer PCR masivas a la población. Pero no hizo falta.
En conjunto, hemos tenido afectaciones, la mayoría dentro de ámbitos familiares, lo cual ha hecho que los datos no fueran alarmantes. En los últimos días, al haberse intensificado las pruebas, está repuntando el número de afectaciones.
Los últimos datos que conocemos nos abocan a un total de positivos acumulados de 262 personas, cursando actualmente la enfermedad 49 personas.
Cada día se presentan nuevos casos y por eso no debemos bajar la guardia y seguir siendo estrictos con el cumplimiento de medidas de seguridad que nosotros hemos bautizado como 3M: mascarilla-manos-metros, intentando que sea una manera fácil de recordarlas.
¿Qué ha sido lo más complicado de toda esta gestión? Sintetizarlo todo en una sola cuestión es difícil. Creo que hay que hablar, sobre todo, de la gestión emocional, intentando captar el sentimiento y las emociones de la ciudadanía. Con una avalancha importante de información, a veces contradictoria, tener que discernir y adaptarnos a contrarreloj a cada normativa nueva ha añadido tensiones y sufrimiento a las que normalmente ya teníamos que hacer frente.
Es difícil de gestionar una circunstancia tan global y tan compleja, y es un peso de responsabilidad muy grande, ya que es una situación que no controlas ni está en tus manos. El sentimiento de impotencia, como administración más cercana a la ciudadanía, de no tener herramientas suficientes, ni competencias ni ningún tipo de poder de decisión en estas circunstancias ha sido duro.
Los ayuntamientos, desde la proximidad, sabemos realmente qué necesidades teníamos y hemos sabido ser más eficientes, dentro de nuestras posibilidades, que cualquier otra administración. Hemos sabido ser efectivos, resolutivos y esto es una carga añadida difícil de gestionar. Las posibilidades de la administración local no sólo son finitas, sino que también son escasas o más reducidas de lo que ahora mismo requiere la situación. Nos hemos exigido mucho porque no podíamos fallar a la ciudadanía y de eso sí que estamos satisfechos.
¿Cree que, en general, los constantinenses y constantinenses están cumpliendo con las medidas que se les piden? Creo que una inmensa mayoría sí que están cumpliendo las medidas que se les piden, actúan con responsabilidad y limitan su vida social. Pero siempre hay excepciones, como ahora la gente joven que no tiene miedo de nada y salen a las calles sin mascarillas y haciendo encuentros que no corresponden; quizás es uno de los hechos más frecuente. También hemos tenido que detener a alguna persona que tenía que hacer confinamiento y se lo había saltado, pero este es un hecho más aislado.
Creo, sinceramente, que las personas hemos visto repetidas y reiteradas veces, sobre todo en las redes sociales, imágenes de personas ingresadas en la UCI que nos han impactado en gran manera y esto hace que no seamos tan inconscientes. La gente está, cuando menos, suficientemente informada e intentan aplicar las medidas que indican las autoridades con el máximo respeto posible.
Una de las medidas que ha tomado desde el Ayuntamiento es una línea de subvenciones a los comercios y empresarios autónomos del municipio afectados económicamente por la COVID-19. ¿En qué consisten las ayudas? Desde el Ayuntamiento y dentro del Plan de reactivación excepcional y extraordinario aprobado hemos sacado líneas de ayudas para este sector: unas bases específicas de subvenciones a los comercios y empresarios autónomos afectados económicamente por la Covid-19; se han modificado las bases reguladoras para la concesión de incentivos a las empresas y nuevos emprendedores para la promoción del empleo en el municipio; se han modificado las ordenanzas fiscales referentes a las tasas por ocupación de la vía pública por terrazas de hostelería y la de ocupación de vía pública por paradas de servicios de Mercado.
Hay que tener presente que esta pandemia ha provocado la presentación de 98 ERTO's en Constantí, incluido el polígono industrial, lo cual se traduce en aproximadamente 1000 personas afectadas.
En su discurso de investidura habló de tres líneas de trabajo: las personas, el territorio y las actividades socioeconómicas. En cuanto a las políticas de acción social para estar al lado de las personas y las familias, ¿cómo ha cambiado el Covid-19 la idea inicial y el presupuesto en este ámbito? Es obvio que un gobierno progresista y de izquierdas no podía dar la espalda al bienestar de las personas y de las familias, sino más bien al contrario. Por eso desde el primer momento tuvimos cuidado por ejemplo de las personas mayores, con atención personalizada mediante el seguimiento telefónico, por ejemplo.
Nosotros partíamos de unos servicios sociales bien dotados tanto económicamente como con unos buenos técnicos para desarrollar las políticas sociales que la ciudadanía requiere. Por lo tanto, visto desde buen comienzo como afectaba la pandemia con incrementos notables del número de personas que solicitaban ser atendidas en Cáritas, de las ayudas de urgencia para suministros esenciales y como se incrementaba el paro día tras día, decidimos hacer una modificación de crédito a los presupuestos de 2020, con un suplemento de crédito procedente del remanente de tesorería para gastos generales e incrementando determinadas partidas: 20.000 € para ayudas de urgencia social, incremento de dotación de determinadas subvenciones a Cáritas y a las AMPA's de los centros educativos, esta última con el ánimo de hacer frente a la brecha digital.
En el apartado de territorio, cabe destacar que el Polígono Industrial de Constantí acogerá la planta fotovoltaica más grande de Cataluña. ¿En qué punto se encuentra el proyecto? ¿Qué aportará al municipio? Efectivamente, el pasado mes de julio la Ponencia de energías renovables de la Generalitat de Catalunya daba luz verde al proyecto denominado "Constantí 42", promovido por la empresa Iosa Green Energy. Esta instalación, prevista en la zona conocida como "Mas del Cabaler", al noreste del Polígono Industrial de Constantí, ocupará una superficie de 17,46 hectáreas y tendrá una potencia de 14,52 MW.
Las previsiones siguen siendo las mismas que al inicio: después de este importante paso, sigue la redacción y tramitación del Proyecto de Actuación Específico y la posterior licencia municipal de obras. Se prevé que éstas puedan iniciarse en marzo de 2021 y que la puesta en marcha y funcionamiento se pueda producir en noviembre de 2021.
Se trata de un proyecto de gran envergadura que revalorizará la zona industrial, ahora también como generadora de energía renovable.
La instalación de la planta representa la apuesta de Constantí por el medio ambiente, una apuesta que hace tiempo que predicamos, pero que a algunos sectores les cuesta creer. Forma parte de la lucha contra el cambio climático y sus consecuencias. Se trata de la transición hacia un nuevo modelo energético en el que las energías renovables formarán parte del motor de la economía local y de la creación de empleo.
Este verano también hemos conocido que Constantí se integrará en la futura área metropolitana de Tarragona. Explíquenos en qué consiste este proyecto. En primer lugar, creo que estamos confundiendo conceptos. Hoy por hoy no se trata de la creación de un área metropolitana propiamente dicha, al estilo de la de Barcelona, por ejemplo. Estamos hablando de un PDU, es decir, un Plan Director Urbanístico, con el objetivo de aplicar instrumentos con una lógica metropolitana, respondiendo a unos objetivos y metodología urbanísticos, como pueden ser posibilitar un marco de competitividad para el desarrollo económico, establecer un modelo de desarrollo sostenible que integre la diversidad u ordenar los espacios abiertos y las infraestructuras del ámbito.
En principio, y lo corroboran las palabras del señor Agustí Serra, secretario de la Agenda Urbana y de Territorio, los criterios seguidos para incluir unos municipios y no otros se han tenido en cuenta criterios objetivos para aplicar visiones conjuntas y no estrictamente municipalistas fundamentados sobre la cartografía. Quien quiera ver criterios políticos va errado: pensad que los consistorios que formamos parte somos de diferentes colores políticos.
Otro proyecto importante del municipio es la construcción de la piscina cubierta y una zona deportiva anexa al espacio entre las escuelas Mossèn Ramon Bergadà y Centcelles, donde actualmente se encuentran las piscinas municipales. ¿Podemos augurar cuándo será una realidad este nuevo equipamiento municipal? No me quiero aventurar a augurar cuándo será realidad esta instalación, porque cualquier obstáculo que surja, por pequeño que sea, te puede retrasar bastante tus previsiones. Hemos tenido algún pequeño contratiempo con los trámites urbanísticos, ya que hemos tenido que modificar la calificación de los terrenos donde debe ir ubicada. Ahora ya está todo a punto para que pueda ser aprobada por el Pleno municipal esta modificación, con todos los pertinentes informes favorables. Una vez finalizado este trámite, tenemos la intención de iniciar un concurso de ideas y, una vez resuelto, prepararemos la licitación para la construcción y gestión a largo plazo de la instalación.
Para terminar, como alcalde, ¿qué mensaje daría a los constantinenses y constantinenses en este momento? Me gustaría transmitirles un mensaje de agradecimiento total por cómo han gestionado todo este período de crisis sanitaria que estamos viviendo. Ya he dicho en otros momentos que creo que ha habido comportamientos ejemplares en nuestra población y, en términos generales, hemos sabido estar a la altura como comunidad.
También quisiera agradecerles la confianza que han demostrado que tienen en nosotros, la voluntad de colaborar, de hacernos saber que están a nuestro lado aunque saben que, por responsabilidad, quizás se tendrán que tomar decisiones no deseables. Saben que estamos aquí, al pie del cañón, día a día, a su disposición para atenderles, escucharles y darles respuesta a sus necesidades, siempre dentro de nuestras posibilidades.
Pero, por encima de todo, que tengan cuidado, de ellas y de ellos mismos y de sus familias. Y, finalmente, que no olviden manos-mascarilla-metros. Es por el bien de todos y de todas. ¡Juntos saldremos adelante!