Mientras asistíamos a un vergonzoso espectáculo de discordia con ruptura final por parte de los dos partidos que deberíamos suponer tienen la capacidad de gobernar Cataluña con unos mínimos denominadores comunes, ERC y JUNTS; asistimos al mismo tiempo a otro escenario totalmente diferente. Situémonos en Salou.
El actual alcalde de Salou y líder del partido salouense FUPS, Pere Granados, ha buscado y encontrado siempre compañeros de otras formaciones políticas con los que establecer acuerdos para emprender juntos un viaje de gobierno. Y esto ha sido posible porque Granados ha exhibido siempre un escrupuloso cuidado de no mezclar idearios en la tarea de gobierno en Salou, apostando por una tarea pragmática, funcional y útil; que le ha permitido poder SUMAR en un amplio espectro y acceder entonces a un voto también amplio y transversal.
Y esta habilidad política para encontrar coincidencias y priorizar aquellos proyectos y programas compartidos, sin que nadie pierda su esencia, ha sido una experiencia buena y positiva para Salou. Porque este clima de entendimiento ha facilitado una necesaria estabilidad institucional, una mayor representatividad del gobierno, y ha consolidado mandatos con elevados niveles de gobernabilidad, que hacen avanzar a los pueblos y ciudades sin interrupciones, sin obstáculos y retrasos estériles, incomprensibles para los ciudadanos.
Por lo tanto, la experiencia de SUMAR funciona y seguirá funcionando en Salou mientras este partido local e independiente que nació después de la Segregación y ha encabezado ininterrumpidamente todos los gobiernos locales de Salou, vaya impulsando y logrando grandes acuerdos y consenso, basados en la unidad de acción y con sensibilidad hacia la pluralidad y la diversidad.
En esta línea, hace unas semanas, la formación liderada por Granados daba un nuevo paso adelante firmando un acuerdo para formar candidatura unitaria con el PSC, para presentarse a las elecciones municipales de 2023 encabezando la lista; después de dos legislaturas con acuerdos de gobierno que han facilitado aquella estabilidad imprescindible para servir a los intereses generales.
Seguro que ahora surgirán (ya han surgido) voces nada autorizadas de miembros de la oposición municipal que intentan disimular su preocupación desprestigiando el acuerdo y sus protagonistas con “troles” y alusiones de muy bajo perfil y grotescas, sin darse cuenta de que son el síntoma anticipado de una trágica derrota y el preludio de un estado de frustración que ya parece tienen normalizado.
En política, quien se deja llevar por el traidor inconsciente pone al descubierto sus miserias. Aunque esta debilidad involuntaria hace que el resto de los mortales podamos saber de qué pie cojea, y nos va muy bien para tomar nuestras decisiones.