Después de doce días de Fiesta Mayor, el Morell aún respira música, cultura popular, reencuentros en la calle, ganas de pasarlo bien... Una Fiesta Mayor de Sant Abdó y Sant Senén que ha sido un éxito en prácticamente todos los aspectos, que se ha sabido adaptar a las circunstancias y que morellenses y morellenses han vivido intensamente, tomándose al pie de la letra el lema, "¡Refestivem!".
El primer fin de semana la música fue la protagonista con los conciertos de 31 FAM, Els Pets, Marcel i Júlia y Doctor Prats, y con un público ejemplar que cumplió estrictamente con todas las medidas establecidas para evitar contagios de la Covid-19. Además, actividades como el paintball tuvieron una gran respuesta de participantes y se convirtieron en todo un acierto.
Otro de los éxitos de esta Fiesta Mayor ha sido la cultura popular, y es que la Associació Embruix ha buscado nuevas fórmulas para poder salir a la calle, celebrar los 30 años de la Zeuzera Pyrina con una exposición, revivir pasacalles y cortejo, volver a disfrutar del acto central de nuestra cuca prácticamente como antes de la pandemia, o recitar los versos de los diablos, si no fuera por los aforos limitados y el público sentado. "A la gente le gustó, y fue una manera de tomar conciencia de la riqueza de l'Embruix que muchas veces, por la calle, pasa desapercibida", remarca una de las concejalas de Cultura y Fiestas, M. Jesús Valldosera. La responsable del área también destaca el espectáculo de magia de Jordi Caps, de pequeño formato y que hizo las delicias de los asistentes, y el circo de la compañía Capicua, con Koselig, un espectáculo reprogramado de la pasada edición del PrimaverArt.
El pregón de Peyu, novedad de este año, y el nuevo recorrido de la carrera ciclista "también funcionaron muy bien", indica la otra concejala, Mònica Casas, "ya que llamaron la atención del público". También recuerda que se mirará de reprogramar los dos conciertos que se tuvieron que suspender a causa de la lluvia del sábado por la noche, el de la orquesta Metropol y el de The Goliards Collective. Y, como siempre, actos como el tiro al plato, la concentración de coches clásicos, la misa cantada o el concierto de copla, que aportaron el punto de tradición al programa.
