"Fredor" ha sido la palabra utilizada por la tutora legal de un niño con un 70% de discapacidad provocada por los malos tratos de sus padres en Montblanc. En el juicio que se está celebrando en la Audiencia de Tarragona, la representante legal de la Generalitat y de varios mossos ha sido la primera en arrancar con las declaraciones.
La Fiscalía acusa a los dos padres del bebé de haber maltratado al pequeño entre el 6 y el 13 de febrero de 2019 en Montblanc y pide una pena de prisión de doce años de prisión. Los acusa de un delito de lesiones con deformidad grave y causación de pérdida e inutilidad de diversos sentidos y órganos principales así como de graves enfermedades físicas y psicológicas.
Según el fiscal, los padres sacudieron y golpearon al pequeño provocándole múltiples lesiones y secuelas "irreversibles". "Les explicamos la gravedad de las lesiones y nos sorprendió la frialdad; el menor continúa tutelado y presenta un 70% de discapacidad", ha dicho su tutora legal.
El 13 de febrero de 2019 los acusados, padres del menor presuntamente maltratado, llevaron al bebé al Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona porque vomitaba. Entonces, el niño tenía un mes y nueve días de vida. Según recoge el escrito del ministerio público, cuando el equipo médico examinó al pequeño presentaba varias lesiones, entre ellas, un hematoma de 1,5 centímetros aproximadamente en el ángulo mandibular, no enfocaba bien los ojos y tenía rigidez en las extremidades. "Tras hacerle una ecografía, se detectó la presencia de múltiples lesiones parenquimatosas supratentoriales bilaterales con componente ventricular asociado de apariencia hemorrágica", recoge el escrito acusatorio.
El informe médico del 14 de febrero indica que el niño había perdido masa encefálica y que tenía lesiones en el fémur, radio y parenquimatosas encefálicas compatibles con una situación de "maltrato infantil", indica el fiscal.
"Fredor de los padres"
En la primera sesión del juicio, ha declarado la representante legal de la Generalitat que ostenta la custodia del menor desde los hechos. La testigo ha explicado que suspendieron las visitas de los progenitores a la UCI porque el equipo médico detectó que el bebé tenía una nueva lesión tras el ingreso y de la retirada de la custodia. En su declaración, la tutora legal del menor ha dicho que a raíz de que se temía por la vida del bebé, se reunieron con los padres en los juzgados de Valls, una vez que ya habían sido detenidos, para preguntarles si, en caso de que fuera necesario, tenían que reanimar al pequeño.
"Les explicamos la gravedad de las lesiones y nos sorprendió la frialdad, incluso un mozo tuvo que salir de la sala, estábamos más impactados nosotros que ellos", ha afirmado la testigo. "Las pediatras me enseñaron el taco del cerebro, era un cerebro vacío, me ha quedado grabado con los 30 años que llevo al servicio de infancia", ha subrayado. También ha explicado que el menor tiene una discapacidad del 70% y que las secuelas de los malos tratos le acompañarán toda la vida, ya que tiene dificultades en el habla, en la movilidad y crisis epilépticas.
"No podrá vivir autónomamente, estará tutelada toda la vida, cuando llegue la mayoría de edad le tendremos que buscar otro recurso", ha añadido. Actualmente, reside en un centro por la zona del área Metropolitana.
La representante de la Generalitat ha recordado que el padre tenía un expediente abierto por otro hijo con otra pareja por posibles lesiones compatibles también con maltrato. En este caso, ha indicado que asumieron la tutela del menor y que la madre posteriormente ha cumplido con el plan de trabajo. "Hay un seguimiento del expediente de riesgo, no se pudo acabar saliendo adelante en cuanto a las lesiones, en el caso del segundo hijo hizo abrir las alarmas", ha señalado.
En la vista de este lunes, también han declarado varios agentes de los Mossos d'Esquadra que actuaron en el caso. Uno de los policías ha declarado que le sorprendió la tranquilidad del padre y ha subrayado que hablaba mucho más él que ella. "La madre solo hablaba cuando le preguntaban", ha testificado. "Me sorprendió que siendo los padres del menor no estuvieran más afligidos, sobre todo el padre", ha afirmado. Además, ha manifestado que les preguntó sobre cómo se habían producido las lesiones y dice que el acusado le respondió que había sufrido cólicos.
"Me dijo que el pediatra le había recomendado que después de alimentarlo le dieran unos golpes en la espalda", ha aseverado. También ha declarado que el acusado le explicó que a la madre le había caído el niño de la bañera a principios de febrero, pero que el bebé no llegó a llorar. "Después, en una visita rutinaria al CAP de Montblanc no detectaron ninguna lesión por la caída", ha comentado. En cuanto a una lesión que surgió tras el ingreso hospitalario en la UCI, el agente ha remarcado que la madre les había dicho a los pediatras que el padre "lo cogía muy fuerte" para justificar el nuevo hematoma.
Otro de los mossos ha declarado que el equipo médico les explicó que el menor tenía tres golpes en la cabeza provocados en diferentes momentos así como un hematoma en la barbilla y sospecha de una fractura en el fémur y brazo. "Ante esto, vamos a detener a la pareja", ha manifestado. "La voz cantante, quien hablaba más era el padre, la madre en segundo plano. Cuando los separamos, ella mantiene la misma versión de los hechos", ha subrayado el testigo.
"Es un niño prácticamente normal"
Familiares y amigos de los dos acusados también han testificado en la primera jornada del juicio. La madre del hombre acusado ha asegurado que su pareja —madre del menor y acusada— era "muy agresiva" y que tuvo un altercado con ella. En su declaración, también ha asegurado que el menor está "excelente". "Es un niño prácticamente normal, solo lo diferencia que lleva un pañal y se le nota un pequeño, no retraso mental, sino de haber tenido una mala época, el niño se encuentra genial, corre, come, habla...", ha aseverado.
En paralelo, ha declarado la madre de la mujer acusada que ha explicado que se distanciaron de su hija por la relación sentimental con el hombre y ha señalado que ella siempre había deseado ser madre. La testigo ha dicho que retomaron la relación a raíz de la detención y que su hija al comienzo no entendía lo que estaba pasando. "Se lo pasó muy mal en la cárcel, como si hubiera vivido en un mundo que no era el real, el hecho de que no haya podido ver a su hijo durante estos seis años lo ha hecho enfermar", ha afirmado la madre de la investigada, quien ha dicho que continúa con tratamiento psicológico.
La detención de los progenitores tuvo lugar el 14 de febrero de 2019. La acusada quedó en libertad provisional a finales de septiembre del mismo año y el investigado a mediados de octubre. Está previsto que los dos procesados declaren en la última sesión del juicio.
Penas de 12 años de prisión
Fiscalía considera que los padres del menor son coautores de un delito de lesiones con deformidad grave y causación de pérdida e inutilidad de diversos sentidos y órganos principales, así como de graves enfermedades físicas y psicológicas. Por el ministerio público concurren los agravantes de responsabilidad criminal por parentesco y la circunstancia de traición.
Por todo ello, les pide doce años de prisión a cada uno de ellos. Además, la inhabilitación absoluta del ejercicio de la patria potestad durante doce años. Por un periodo de 22 años, les prohíbe acercarse al menor a menos de 500 metros y a comunicarse con ellos. Finalmente, también les reclama una indemnización conjunta y solidariamente en beneficio del niño por el importe que se determine en función del informe forense actualizado.
La acusación popular, en representación de la Generalitat, hace las mismas peticiones que el ministerio público. En cambio, las defensas de los dos piden su absolución.