Los toros y los CDR dividen el soberanismo en la Diputación de Tarragona
25 de mayo de 2018 a las 11:50h
Este viernes se ha celebrado el pleno de la Diputación de Tarragona con dos mociones que han resultado polémicas: por un lado, una propuesta para retirar las subvenciones a los actos taurinos de las fiestas mayores y, por otro, posicionarse en contra de la "criminalización" pública de los CDR. En ambos casos, los partidos soberanistas han sido los principales actores del debate, aunque en la última moción la ausencia de dos diputados del PSC ha permitido su aprobación. Las dos mociones, presentadas por la CUP, ya se preveía que serían motivo de discusión entre los grupos. Egdar Fernàndez (CUP) informaba, en la de los actos taurinos, que lo que querían era fijar una cláusula que excluyera este tipo de actos de los optantes a subvención. Gervasi Aspa, de ERC, ha anunciado su voto en contra dado que "no se valora el grado de cohesión social que comportan estos actos" y lo ha comparado con los partidos de fútbol juveniles y alevines: "Allí también hay violencia y no por ello se nos ocurriría nunca retirarles el apoyo". Además, coincidiendo con Josep Maria Cruset (PDECat/CiU), ha recordado que "aún es legal". Cruset ha reprochado a la CUP que presentara un texto "que va en contra de la soberanía del Parlamento, que aprobó una ley para preservar este tipo de tradiciones". "No podemos ir en contra tampoco de la soberanía de una parte de la provincia", ha concluido. Finalmente, ERC y la CUP se han aliado en la última moción que quería que la Diputación denunciara la "criminalización" de los Comités en Defensa de la República, haciendo énfasis en la "desobediencia civil pacífica" de estas asambleas. Precisamente este ha sido el máximo punto de polémica y que ha obligado al grupo de CiU a abstenerse, asegurando que "el manifiesto de los CDR no hablan de desobediencia" y que "se dan argumentos a los que quieren criminalizarlos", decía Cruset. A pesar de la petición de enmienda a la moción, no se ha aceptado y la votación ha resultado favorable tan sólo por dos votos de diferencia: 8 de ERC y la CUP, 11 abstenciones (CiU) y 6 en contra (PSC, PP y Ciudadanos). Precisamente este viernes faltaban dos diputados del PSC al pleno, lo que habría obligado al presidente, Josep Poblet, a decantar la balanza.