Rubén Viñuales ya es oficialmente el nuevo alcalde de Tarragona. Los 27 nuevos consejeros del Ayuntamiento de Tarragona han tomado posesión esta mañana y han iniciado un mandato donde el gobierno socialista, que estará en minoría, necesitará pactos con el resto de grupos municipales. De hecho, la oferta de diálogo ha sido una constante entre todos los portavoces del Pleno, conscientes de que tienen la clave de la gobernabilidad de la ciudad.
Uno de los aliados naturales del PSC, los comunes han remarcado que "los gobiernos en minoría absoluta no son lo que necesita la ciudad" y ha hecho un discurso muy enfocado a estirar el gobierno socialista hacia unos postulados más de izquierdas. Su portavoz, Jordi Collado, ha marcado cinco prioridades de cara a los próximos cuatro años: la lucha contra la segregación escolar, un Plan para la movilidad sostenible, un Plan director de equipamientos para abrir todos los espacios cerrados de la ciudad, un Plan de usos comerciales y la protección jurídica de la anilla verde. En esta línea irá el mandato de los comunes, que han reivindicado especialmente la clase obrera y la voluntad de una política municipal progresista, en contraposición a los cantos de sirena de las fuerzas de derechas.
Por su parte, Jordi Sendra (Junts) ha agradecido el trabajo del alcalde Ricomà y ha bromeado con la investidura de Viñuales. "Como puede ver, no he sido yo quien lo ha hecho alcalde, como se había remarcado en campaña", afirmaba el portavoz juntaire, que ha sufrido constantes acusaciones de tener un pacto encubierto con los socialistas. Con la misma voluntad de diálogo que el resto de grupos, Sendra ha puesto el acento en cuestiones como el POUM, la limpieza, la cultura, el comercio o la seguridad. Además, ha sido uno de los pocos que ha hecho una clara alusión a VOX, pidiendo también la defensa de la lengua catalana.
Precisamente, el candidato de la derecha radical ha hablado justo después de Sendra. Ha querido "hacer ver" que no escuchaba sus acusaciones y ha agradecido la actitud del resto de partidos con ellos durante la campaña. En esta línea, el portavoz de VOX ha pedido "diálogo y debate con el respeto" y sobre todo ha asegurado que estarán abiertos a escuchar propuestas de todo el mundo. "No miraremos las siglas, sino las propuestas".
Aparte de Jordi Sendra, el pleno también vivía el regreso de Maria Mercè Martorell. La popular ha puesto en valor "el ejercicio de democracia" a que estará obligado el gobierno de Viñuales para pactar con el resto de grupos y ha reclamado un plan de choque para mejorar temas como la limpieza o la seguridad. Martorell ha pedido también cuestiones como la recuperación de espacios patrimoniales o agilizar las licencias de los comercios.
Uno de los discursos más esperados era el de Pau Ricomà, que dejará de ser consejero municipal después del verano. El hasta ahora alcalde ha reconocido que este traspaso "hace daño al corazón, pero es la demostración de la grandeza del sistema de alternancia". El republicano ha prometido una "oposición empática y constructiva" y ha puesto el foco en los proyectos que están por venir. Ricomà afirma que le "sabe mal" no ser quien ejecute los proyectos cerrados con otras administraciones, pero que "aún sería más frustrante" que no se llevaran adelante. Sobre esto, el republicano hacía una alusión a proyectos como el nuevo Hospital Joan XXIII, el Foro Judicial o el albergue de la Residencial. Para Ricomà, "detenerlos supondría entrar de nuevo en la dinámica de proyectos paralizados en la ciudad".
Sin embargo, el alcalde durante el pasado mandato ha defendido la opción de quedarse en la oposición, ya que hay "una distancia clara con el modelo de crecimiento, el contrato de la recogida de basura o el tranvía". Como también lo han hecho otros de sus compañeros, ha reclamado un "posicionamiento valiente contra la extrema derecha".
Después de escuchar a toda la oposición, era el momento del grupo mayoritario, que ostentará el gobierno de la ciudad. En este caso, no ha sido Rubén Viñuales quien ha hablado, sino la portavoz Sandra Ramos. El discurso de la socialista ha estado muy enfocado al legado de su tradición política en la ciudad y ha hecho un llamamiento a "construir la Tarragona del siglo XXI" sin dejar atrás el legado de Recasens o Ballesteros. Ramos ha tenido palabras de agradecimiento por socialistas que les han precedido, especialmente a las mujeres que han contribuido a aumentar la presencia femenina en el Pleno. Finalmente, la portavoz socialista ha recogido el guante que todos los miembros de la oposición le han lanzado, reconociendo que era "alentador" la mano extendida de los diversos partidos.
El pleno lo ha cerrado el nuevo alcalde Rubén Viñuales, con un discurso marcadamente institucional y con un toque sentimental cuando ha hecho alusión a sus familiares más cercanos. "Las políticas socialdemócratas han hecho que haya un alcalde de Tarragona criado en Ponent", ha asegurado en el tramo final de su discurso.