El Hospital Universitario (HU) Institut Pere Mata ha puesto en marcha en el Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil de Tarragona (CSMIJ) un proyecto piloto para atender los casos más graves afectados por un trastorno mental. El objetivo es dar prioridad en la atención a los pacientes graves que por su complejidad diagnóstica no pueden esperar a las visitas ordinarias. Con el nombre de ABAI (Atención Breve de Alta Intensidad), el proyecto puede atender simultáneamente a 13 pacientes cada semana y tener en proceso de diagnóstico a 5 pacientes más que, una vez diagnosticados, regresan a su referente. En el primer trimestre de funcionamiento del programa -de enero a marzo de 2017-, se han atendido un total de 37 niños y jóvenes, un 54% de chicos y un 46% de chicas. Los menores de 12 años tratados en este programa piloto representan un 20%, mientras que un 33% tienen entre 12 y 15 años y un 46% tienen 16 y 17 años.
La doctora Adela Masana, psiquiatra del CSMIJ, ha explicado que la importancia del programa es que "se desarrolla en el recurso ambulatorio de salud mental, a diferencia de otros programas que se hacen en hospitales de día o de hospitalización, y pretende reducir las urgencias hospitalarias y los ingresos psiquiátricos". Aunque es pronto para valorar los resultados obtenidos, Masana opina que "hemos podido atender con una mejor calidad a estos pacientes". En el marco del proyecto piloto ABAI las intervenciones tienen una duración máxima de 3 meses, de manera que el paciente vuelve a su referente porque ha mejorado, por techo terapéutico o por ingreso en un recurso hospitalario. Concretamente, en estos primeros tres meses del año se han dado 24 altas, el 50 por ciento de las cuales por estabilidad o finalización de proceso diagnóstico. Según se informa desde el mismo Grupo Pere Mata, el proyecto ABAI se caracteriza por conseguir un diagnóstico rápido y por analizar las necesidades asistenciales específicas para cada paciente. Además, se trata de un trabajo intensivo de tipo multidisciplinar y que se coordina con los equipos de hospitalización para gestionar las prioridades de ingreso, si es necesario. También se coordina con otros servicios como las escuelas, los servicios sociales, Justicia, o los servicios de infancia especializados, según el caso.