La exposición ‘Retrospectiva de un legado’ de la artista de nuestro territorio Josepa Miró, se inaugura el próximo jueves 18 de enero a las 19 horas en el Tinglado 1 del Moll de Costa. En esta exposición se puede ver una gran variedad de obras de diferentes temáticas; paisajes, retratos, parejas, animales, multitudes, interiores de cafés y, sobre todo, músicos. La muestra se podrá contemplar hasta el 25 de febrero.
Este jueves el Tinglado 1 del Moll de Costa abre las puertas a una nueva exposición de la artista. Josepa Miró nació en Valls en 1928 y murió en Tarragona en el año 2005. Esta exposición está comisariada por su hija Anna M. Casas Miró.
Josepa Miró comenzó a pintar de forma autodidacta y posteriormente se matriculó en la Escuela Taller de Arte de la Diputación de Tarragona y amplió su formación asistiendo a clases de grabado de Ramon Ferran, uno de los grabadores más importantes de nuestras comarcas. Podemos decir que fue una artista avanzada a su tiempo, ya que desde finales de los años sesenta su obra presentaba unas características muy personales en las que sobresalía la construcción de sus figuras, a las que dotaba de una gran expresividad.
De entrada libre, el horario expositivo es de martes a sábados de 10 a 13 horas y de 16 a 19 horas, y los domingos y festivos, de 11 a 14 horas.
Josepa Miró
Josepa Miró (Valls 1928, Tarragona 2005) tuvo una amplia trayectoria con exposiciones en todo el Estado español y en diferentes ciudades francesas. Estudió en la Escuela Taller de Arte de la Diputación de Tarragona durante los años 1946-1949. También se conocen algunas de las obras antes de que entrara a la escuela donde destacan las obras pictóricas de paisajes que continuarán apareciendo a lo largo de su trayectoria. Pero no es hasta el año 1961 que empieza a participar en muestras colectivas y en concursos.
Hacia los años 80, y concretamente en la exposición de 1983 en Perpiñán, se muestra su estilo plenamente definido. Las tonalidades oscuras, con el negro que sigue siendo muy importante en su obra, pero había ido ganando presencia una riqueza cromática mayor que daba al color un protagonismo indiscutible.