Cerca de una veintena de personas movilizadas por el Sindicato de Vivienda de Tarragona han ayudado a detener este viernes el desahucio de Darifa y sus dos hijas de 18 y 20 años en el barrio de Torreforta.
Según miembros del sindicato, la comitiva judicial ha decidido aplazar el lanzamiento ante la falta de efectivos policiales y la presencia de un elevado número de personas. Ahora, les dan cuatro meses para encontrar una solución.
La familia ha lamentado que, a pesar de contar con el informe de vulnerabilidad, se están encontrando con muchas trabas para conseguir un piso de alquiler social. De hecho, hace cinco años que ocupan un inmueble, propiedad de la Generalitat, que se destina, justamente, a familias con riesgo de exclusión residencial.