Un tramo de aproximadamente 300 metros de la carretera T-240, en el Baix Penedès, se convertirá en el primer tramo de prueba de todo el estado de un nuevo pavimento más sostenible, el Biophalt. Este pavimento de asfalto es de mezcla bituminosa con una temperatura inferior a las mezclas convencionales, es bajo en carbono, ya que incorpora ligantes de origen vegetal, y está fabricado con un 40% de material reciclado.
Para mejorar la seguridad de las carreteras y contribuir a la sostenibilidad y a la reducción del impacto ambiental en sus actuaciones la Diputació de Tarragona ha decidido probar este nuevo pavimento, que fabrica la empresa Eiffage, en una carretera de la que es titular. La próxima semana se extenderá la mezcla a un tramo de la carretera T-240, donde también se renovará la misma superficie de un pavimento convencional. De este modo, durante unos meses se podrá comparar la respuesta, resistencia, calidad y durabilidad de los dos tipos de pavimento, convirtiéndose esta vía, que presenta una alta Intensidad Media Diaria (IMD) de vehículos, en un laboratorio de pruebas.
El Biophalt incorpora un árido reciclado, diseñado para su uso en técnicas de capa de rodadura de las carreteras. Reduce el impacto ambiental gracias al reciclaje de los áridos de asfalto, la reducción de la temperatura a la que se fabrica, la sustitución del ligante de la mezcla por un ligante biosostenible y la promoción de los circuitos cortos utilizando recursos locales.