Valls realiza el tratamiento contra la procesionaria en espacios verdes y escuelas

02 de noviembre de 2022 a las 10:29h

El Ayuntamiento de Valls completará esta semana los tratamientos fitosanitarios contra la procesionaria del pino en las diferentes zonas verdes de la ciudad y escuelas municipales. En total, se tratarán 300 ejemplares con productos específicos, en una actuación que se realizará por la noche para evitar molestias.

En la mayoría de los pinos se realizará un tratamiento por atomización con un producto biológico y una pequeña parte del tratamiento se hará con endoterapia, técnica alternativa a los tratamientos químicos tradicionales, con bajo impacto ambiental y mínimo riesgo para las personas, ya que se inyecta el tratamiento en el tronco y se evita la pulverización.

La procesionaria del pino ataca todas las especies de pinos y cedros; las especies autóctonas más sensibles son el pino silvestre, el pino rojal y en la ciudad de Valls los pinos blancos; los pinos foráneos, insignia y canario, también son muy sensibles. Al comienzo del ataque, a principios de otoño, se observan penachos de agujas medio comidas y secas, y más adelante, durante el invierno, fuertes defoliaciones y presencia de bolsas blancas donde se refugian las orugas. Cuando llega el frío, las orugas forman las bolsas de pelos sedosos dentro de las cuales pasan el invierno a resguardo de las bajas temperaturas, y de donde salen por las noches para alimentarse de las hojas de pino del entorno más cercano. Al final del invierno bajan de los árboles y forman las procesiones con el objetivo de buscar un lugar adecuado para enterrarse y construir el capullo, donde hacen la crisalidación, y dan lugar a nuevas mariposas en el verano siguiente.

Las repoblaciones jóvenes de pinos pueden quedar dañadas a causa de esta plaga. En los árboles adultos provoca disminución de crecimiento, debilidad y predisposición al ataque de insectos perforadores. La plaga, además de afectar al árbol, supone una elevada peligrosidad por los pelos urticantes que desprenden las orugas, especialmente por lesiones en los ojos o en personas alérgicas, así como a animales domésticos.