El gobierno de la Generalitat de Cataluña ha dado luz verde a la construcción de la nueva Escuela Bernardí Tolrà de Vila-rodona. Aunque ya se había obtenido el compromiso del departamento de Educación (a través de los servicios territoriales), la administración catalana lo aprobó, ayer, en la reunión semanal del Consejo Ejecutivo.
De esta manera, se desencalla, definitivamente, un proyecto largamente reivindicado tanto por la comunidad educativa del municipio como por el propio Ayuntamiento, ya que los alumnos de infantil y primaria del centro educativo llevan doce años estudiando en módulos prefabricados.
El alcalde, Ramon M. Bricollé, expresa su satisfacción con la aprobación del proyecto: «ha sido un trayecto largo», ya que en 2008 se derribó la escuela y se instalaron las aulas prefabricadas. Actualmente, la Escuela Bernardí Tolrà tiene 130 alumnos de infantil y primaria y, aunque se garantiza la calidad educativa del centro, Bricollé señala que las clases no se pueden llevar a cabo con total normalidad por las malas condiciones de las instalaciones. De hecho, el Ayuntamiento ha destinado partidas importantes del presupuesto municipal para mantener el equipamiento en buenas condiciones, pero se ha tenido que convivir con la incomodidad de una estructura poco adecuada, donde surgen problemas cuando llueve o hace calor.
El nuevo centro educativo se levantará donde ya estaba la anterior escuela y donde ahora están los módulos prefabricados, descartando así, la reserva de terrenos en los Horts d'en Boada que había hecho el anterior equipo de gobierno. Para Bricollé, es fundamental que el nuevo centro educativo mantenga su espacio original por «cuestiones emocionales», ya que en 1980 muchas familias del municipio se involucraron en el proyecto de la escuela que, finalmente, se tuvo que derribar porque presentaba deficiencias constructivas. Ahora, «tenemos el deseo» de que los niños y niñas puedan ir a una escuela que cumpla con todos los requisitos» y dejar atrás la provisionalidad.
El acuerdo de colaboración establecido entre ambas administraciones públicas define que el Ayuntamiento se involucrará directamente con el proyecto, el cual contribuirá a sufragar económicamente. El presupuesto con el que cuenta la Generalitat es de 3.570.000 euros, de los cuales el consistorio asumirá cerca de 300.000.
Ahora, ya se podrá empezar con el proceso de licitación. Bricollé espera que la escuela se pueda inaugurar antes de que termine esta legislatura, observando que hay niños y niñas de Vila- rodona que habrán estudiado toda esta etapa educativa en módulos prefabricados. El alcalde agradece la predisposición de los servicios territoriales de Educación durante todo el proceso de negociación y, tan pronto como ayer se conoció la noticia, se informó a toda la comunidad educativa: tanto a la dirección del centro como al AMPA.
