El proyecto de consolidación, reinterpretación y urbanización del entorno de la antigua muralla de Sant Antoni de Valls ha sido seleccionada entre los proyectos que recibirán subvención procedente del 1,5% Cultural. En concreto, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana subvencionará a través del 1,5 Cultural el 40% de la inversión y de esta manera el Ayuntamiento cuenta con la financiación completa para ejecutar la totalidad de un proyecto que representará una inversión de 482.000 euros.
Se prevé que las obras puedan iniciarse durante el segundo semestre de 2021 una vez se haya completado la tramitación y licitación del proyecto. La consolidación y reinterpretación de la muralla, en el tramo inicial situado junto al Portal Nou y entre las calles del Mur y de Tomàs Caylà, representa la primera gran obra en el proyecto de ciudad que debe hacer posible la recuperación progresiva de la antigua muralla medieval, declarada Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN).
El proyecto en Sant Antoni incluye las obras necesarias de consolidación de este tramo de la antigua muralla del siglo XIV, su reinterpretación histórica y la urbanización del solar. Este tramo destaca tanto por su singularidad como por su situación, en una de las principales entradas de la ciudad y también del Barrio Antiguo, junto además del entorno de la iglesia de Sant Joan, declarado también BCIN. Así, el proyecto en la muralla de Sant Antoni contempla, además de la recuperación de los restos (unos 615 m2 de restauración de paramentos), la urbanización de esta zona, actualmente sin uso, generando un nuevo espacio público ajardinado y accesible a la ciudadanía que se convertirá en un punto de encuentro con vistas a la muralla.
De este modo, el ámbito, de unos 700 m2 de superficie de planta, se urbanizará con plataformas que salvando el desnivel formarán bancos y escalones para pasar a ser un espacio abierto, ajardinado y con árboles. En la parte superior del paramento este se construirá una coronación que reproducirá el escalonado que hacía la muralla y que se puede ver en su basamento.
En algunos puntos, esta coronación se transformará también en un banco corrido para que, desde la calle del Mur, el visitante pueda disfrutar de vistas sobre el nuevo espacio urbano y la muralla medieval desde una nueva perspectiva. Por encima de esta coronación, se dispondrá de una barrera de protección construida con pletinas de acero pintado que permitirá la visión sobre el espacio y, además, recordarán la imagen y altura de lo que era el recinto amurallado.
Las obras incluyen también la consolidación de las partes más degradadas de la muralla y su restauración. Al resto de paredes y paramentos contemporáneos que se conservarán se les aplicará una pátina cromática de color neutro para que el visitante pueda identificar con facilidad qué partes se corresponden a restos de la muralla y cuáles a construcciones posteriores. También se dejará visto y saneado el muro de contención del antiguo cementerio de Valls del siglo XVI, de tal manera que la junta entre esta pared y la torre medieval se dejará marcada para diferenciar las dos épocas constructivas.
Además, se ha previsto la instalación de paneles informativos para permitir al visitante identificar los restos y conocer la historia de este tramo de la muralla medieval, en especial en ámbitos como los de las antiguas torres o el foso, entre otros. Los trabajos arqueológicos previos realizados en los últimos años por el Ayuntamiento han permitido localizar nuevos restos de la muralla, entre ellos el descubrimiento del Mur Vell del siglo XIII del que, aunque los historiadores intuían su recorrido, hasta ahora no se había encontrado ningún vestigio.
En concreto, los trabajos de prospección arqueológica han puesto al descubierto la estructura de un arco y otros materiales de pared de muralla del XIII que se corresponderían al llamado portal de la Font dels Clergues, del que se tienen muy pocas referencias históricas documentadas. En el mismo paramento se encuentran los restos de la torre soberana de Valls del siglo XIV, la torre más alta de las 32 que formaban parte de la muralla de Valls, que aprovechó la estructura del siglo XIII. Además, se han localizado también otros restos de la estructura defensiva, como un tramo del foso, y un antiguo pavimento de adoquines del siglo XVIII.