El Ayuntamiento de Valls, a través de la Concejalía de Educación y Política Lingüística, promueve una campaña de concienciación lingüística en los centros de secundaria de la ciudad a favor del uso social del catalán en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
A menudo los adolescentes y los jóvenes recurren al castellano cuando quieren usar expresiones coloquiales o vulgares. Gritos de borde, pringao, pavo/a o gilipollas, que se proclaman en contextos comunicativos informales, sustituyen expresiones tan genuinas como torracollons, matat, figaflor o carallot, respectivamente, que los jóvenes han dejado de utilizar por la fuerte influencia del castellano.
Esta campaña quiere poner en evidencia que el catalán también retrocede en los ámbitos donde los jóvenes se sienten más cómodos, en conversaciones entre amigos y conocidos, renuncia lingüística que se hace aún más evidente cuando uno de los interlocutores les habla en otra lengua, que la mayoría de veces acostumbra a ser el castellano. En una situación de minorización de la lengua catalana, esta campaña fresca y desenfadada quiere ser un toque de atención para hacerles ver que el catalán es bueno y válido para comunicarse en todos los registros.